Por eso es normal que los 7.182 habitantes del barrio Unir II, en la localidad de Engativá estén felices porque después de 20 años, lograron incorporarse a la ciudad formal. Todo después de un arduo trabajo que al fin les dio resultados.
Legalizarse significa tener servicios formales, vías y calles pavimentadas. Fueron dos décadas rodeados de barrios que contaban con todas las ventajas de ser legales, mientras ellos padecían las carencias propias de la informalidad.
Cuatro administraciones pasaron sin que los residentes de Unir II tuvieran una respuesta. De negativa en negativa, por fin lograron que la alcaldía del alcalde Enrique Peñalosa revisara los antecedentes y finalmente de les dio la viabilidad. Fue un vecindario que nació de las ventas ilegales de predios de irresponsables que jugaron con la ilusión de las personas de tener vivienda propia.
Desde ahora en Unir II tendrán el mismo derecho de todos los barrios de la ciudad a pedir mejores espacios públicos, infraestructura, vías pavimentadas y servicios públicos como acueducto y alcantarillado de calidad.
Son 16,25 hectáreas dela ciudad donde hay 1.330 predios que ahora hacen parte de la ciudad legal. Igual que otros 65 barrios que la alcaldía de Enrique Peñalosa ha legalizado.
Concejal de Bogotá