A las calumnias hay que responderles de frente como lo ha hecho el alcalde Enrique Peñalosa

La única manera de desmontar las calumnias que quieren convertir un acto administrativo en un conflicto de intereses es que las más altas instancias se pronuncien, como lo ha pedido el alcalde Enrique Peñalosa, que en noviembre pasado, en uso de sus facultades, expidió el decreto 642, que aprobó una modificación al Plan Parcial Proscenio.

Ese proyecto fue aprobado por el decreto 334 del 2010 y no en el gobierno del alcalde Peñalosa, que lo único que hizo el año pasado fue autorizar una modificación para garantizar que no se afecte la movilidad con el desarrollo de este plan que en ese punto había quedado mal formulado.

Proscenio busca desarrollar 260 predios del área que va entre la calle 85 y el parque El Virrey y las carreras 15 a 13, en el norte de Bogotá. Allí se planea construir un teatro de 6.436 m², 49.688 metros cuadrados de vivienda 31.785 metros cuadrados de comercio y 87,963 metros cuadrados de oficinas.

El columnista Daniel Coronell y el concejal del Polo Manuel Sarmiento han querido hacer pasar ese decreto modificatorio como una decisión en beneficio de aportantes de la campaña del alcalde Enrique Peñalosa, cuando lo esencial de ese proyecto fue aprobado desde el 2010.

Y lo hacen a sabiendas de que lo único que hizo el gobierno del actual alcalde fue acoger los reclamos de los vecinos para garantizar que el proyecto no colapse la movilidad y por eso lo que se aprobó fue un compromiso de los promotores de Proscenio de garantizar que la movilidad mejore con ese plan.

A las calumnias hay que responder de frente como lo ha hecho el alcalde al pedir la intervención del Procurador y el Fiscal para que investiguen los pronunciamientos mentirosos y se defienda el buen nombre y la legitimidad de sus decisiones como el ciudadano Enrique Peñalosa y como alcalde de la ciudad.