Por cada 8 personas que viven en Bogotá una tiene más de 60 años y los estimativos oficiales indican que en dos décadas habrá un adulto mayor por cada menor de 15 años.
Las cifras del Departamento Nacional de Planeación y de Bogotá indican que la capital se está haciendo vieja: mientras la población en general aumenta al 3,2 por ciento anual, la de la tercera edad lo hace al 5,2 por ciento. Por eso, en el 2015 teníamos 902 mil personas mayores de 60 y hoy la cifra va en 950 mil.
Y hay que advertir que trabajamos sobre proyecciones, porque desde el 2005 no se hace un censo de población y desconocemos la magnitud de la migración de adultos que se volvieron mayores en la ciudad.
Hoy, los mayores de 60 años representan el 12,5 por ciento de la población de la ciudad; en el 2020, que está a tres años, el porcentaje subirá al 14 por ciento.
Lo preocupante es el grado de vulnerabilidad en que se hicieron adultos mayores: hoy tenemos un ejército de adultos mayores sin seguridad social, abandonados por sus familias y enfermos sin asistencia en salud.
Los estudios de Planeación Distrital muestran que el 18 por ciento de los adultos mayores tienen una limitación física o sicológica permanente y el 66 por cien enfrenta una enfermedad crónica por problemas cardiovasculares, hipertensión y problemas digestivos y gástricos.
No es un problema menor; es urgente hacer prevención en salud, garantizar hábitos saludables de vida desde la adultez, tener una política pública coordinada con el Gobierno nacional y enfrentar con seriedad los problemas de violencia que enfrentan estar personas: violencia física, sicológica y sexual. En ese tema tenemos subregistros porque llegan pocas denuncias, por miedo o por las mismas limitaciones físicas que enfrentan.
Estamos tarde para actuar, pero hay que hacerlo, la oferta social para esta población debe ser consistente, sostenible y oportuna.
LUCIA BASTIDAS
CONCEJAL DE BOGOTA