Apliquemos con todo rigor multas por arrojar escombros en la calle

Los escombros arrojados en la calle, en los espacios públicos, en las zonas verdes y en la red de alcantarillado se han convertido en un dolor de cabeza para la ciudad, al punto de que el 74 por ciento de los ciudadanos perciben el problema como una de las razones para estar inconformes con el ambiente de la ciudad.

A la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, que en el último año y medio se gastó 20.000 millones de pesos en limpiar su red de sumideros, alcantarillas y canales, le resulta difícil medir cuántas de las 203 toneladas que recoge a diario corresponde a escombros, porque llegan mezclados con la basura que también se abandona en la calle.

Pero es un hecho el grave daño que se le causa a la ciudad porque a pesar del trabajo diario del Acueducto de sacar los escombros de la red, cuando llueve los desagües inundan las vías, por las obstrucciones que causan estos residuos.

El Distrito ha estimado en 500 toneladas diarias los escombros que se abandonan en el espacio público cada día. ¿Y cómo llegan allí? A través de volqueteros o carreteros que los ciudadanos contratan para deshacerse de los residuos que dejan las remodelaciones en las casas, y terminan arrojándolos en el espacio público.

Lo grave es que la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) contrató con los operadores de aseo la recolección de estos desechos y eso nos cuesta a todos los bogotanos porque ese dinero es adicional a la tarifa, es decir, adicionales.

Según las cifras que ha suministrado la Uaesp por cada tonelada de escombros recogidos se les paga a los operadores de aseso una suma de 91.000 pesos del presupuesto, en lugar de destinar esos dineros a mejorar el servicio. Pero aun así, la ciudad permanece invadida deescombros.

Y esta situación se acaba de reflejar en los resultados de la Encuesta de Percepción del Programa Cómo Vamos, que mostró que entre el 66 y el 77 por ciento de los habitantes de la ciudad estén inconformes con el medio ambiente, y que uno de los factores que más pese para esa percepción negativa sea la presencia de escombros en las calles.

Las cifras revelan que pasó del 71 al 74 por ciento el porcentaje de personas que no están satisfechas con el ambiente por los escombros en la calle. Lo grave es que esa percepción es reciente, porque la encuesta se aplicó entre septiembre y octubre, cuando ya estaban vigentes los contratos con los operadores para recoger estos desechos de los puntos críticos.

Y si la gente percibe que las calles permanecen llenas de escombros y afectan el ambiente es innegable que en el fondo hay un problema estructural  de incultura ciudadana y la ciudad sigue invadida por la indisciplina de las personas que sacan los materiales de construcción o remodelaciones a la vía o pagan a particulares que lo único que hacen es daño al abandonarlos en cualquier esquina.

Es urgente que la administración intensifique las labores pedagógicas, pero que también se coordine para sancionar y multar a los infractores, pues se trata de hábitos en contra de la ciudad de no cambian fácilmente. Y las sanciones efectivas pueden incentivar el cambio de conducta.

Las multas que contempla el Código Nacional de Policía por el manejo irregular de los escombros van de 208.331 pesos (cuatro salarios mínimos diarios) hasta 833.324 pesos (32 salarios mínimos diarios). Y son varios los caminos por los cuales se puede multar a los infractores, si revisamos las distintas multas que establece el Código.

Arrojar a las redes de alcantarillado, acueducto y de aguas lluvias, cualquier objeto, sustancia, residuo, escombros, lodo, combustibles o lubricantes, que alteren u obstruyan el normal funcionamiento tiene la máxima multa: $ 833.324.

El artículo 11 del Código enumera además los siguientes malos comportamientos relacionados con el tema de los escombros:

Arrojar residuos sólidos y escombros en sitios de uso público, no acordados ni autorizados por autoridad competente. Por este mal comportamiento ordena participación en programa comunitario o actividad pedagógica de convivencia.

Dificultar de alguna manera, la actividad de barrido y recolección de la basura y escombros, sin perjuicio de la actividad que desarrollan las personas que se dedican al reciclaje. Para esta infracción se establece amonestación.

Arrojar basura, llantas, residuos o escombros en el espacio público o en bienes de carácter público o privado. 9. Propiciar o contratar el transporte de escombros en medios no aptos ni adecuados. Tiene la máxima sanción, multa cuatro que con $ 833.324.

Transportar escombros en medios no aptos ni adecuados tiene una sanción de $ 208.331 (ocho salarios mínimos legales diarios).

Y finalmente está la sanción por arrojar en las redes de alcantarillado, acueducto y de aguas lluvias, cualquier objeto, sustancia, residuo, escombros, lodos, combustibles y lubricantes, que alteren u obstruyan el normal funcionamiento, que también implica una multa de $ 208.331.

Recoger los escombros no nos puede quedar grande. Apliquemos ya con todo rigor las sanciones del Código de Policía. Y demostremos que las normas se pueden hacer cumplir. No podemos seguir gastando dinero del presupuesto para tapar el mal comportamiento ciudadano.

Lucía Bastidas

Concejal

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