Atacantes con ácido no deben tener benevolencia de la justicia
Que una mujer tenga que ser sometida a una cirugía plástica por un ataque con un agente químico resulta preocupante, ahora que hay una ley que castiga hasta con 40 años de prisión a los atacantes.
Que una mujer tenga que ser sometida a una cirugía plástica por un ataque con un agente químico resulta preocupante, ahora que hay una ley que castiga hasta con 40 años de prisión a los atacantes.
Si una norma tan drástica no persuade a las personas de acudir a un método tan bajo, como atacar con ácido a otras personas, hay que preguntarse qué tenemos que hacer para frenar este tipo de casos tan aberrantes.
Me refiero al tema por el caso de María Helena Peña, una mujer de 50 años, que el lunes tuvo que ser sometida a una cirugía plástica en el hospital Simón Bolívar después de que su rostro fue bañado por un agente químico que le lanzó otra mujer: Hermnida Farigua de 49 años, que ya está en la cárcel.
En el 2016, las autoridades han registrado cuatro casos de ataque con ácido, y por ahora no tenemos información de que se hayan producido condenas o sanciones a los responsables.
En el caso de María Helena Peña, su familia teme por una posible impunidad. María Helena, quien fue auxiliada de manera oportuna con agua abundante, que impidió que el ácido la deformara de manera irreversible, tiene menos daños de los que han recibido otras personas que han sido víctimas del mismo tipo de ataques.
Si la gravedad de los daños pesa a la hora de imputar cargos, María Helena teme que su caso pueda terminar en la impunidad, pues la Fiscalía dijo que espera el resultado definitivo de los exámenes para determinar si se agrava o no la pena.
Lo que deben recordar las autoridades es que el hecho de que María Helena haya recibido atención oportuna no le resta gravedad al ataque, que tuvo toda la intención de causarle daños irreversibles.
Confío que este caso será castigado con la máxima severidad, pues no se pueden tener contemplaciones con conductas que atentan contra la integridad de las personas.
Lucía Bastidas
Concejal