Avanza el Nuevo POT: las claves del debate

Una nueva versión del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá se encuentra desde el pasado 14 de junio en manos del Consejo Territorial de Planeación Distrital – CTPD. Este órgano consultivo, conformado por 103 consejeros que representan a 22 sectores y poblaciones de la ciudad, es el último eslabón para la aprobación del proyecto de acuerdo, antes de su llegada al Concejo Distrital.

Las recomendaciones que surjan de allí, aunque no son vinculantes, son de importancia, al representar la última instancia en donde pueden realizarse modificaciones de fondo al documento definitivo del POT.

Y es que recordemos que no todos los puntos que causaban controversia en la primera versión de este documento fueron resueltos tras la concertación en temas ambientales con la Corporación Autónoma Regional y con la ciudadanía, dentro de un proceso de participación en el que surgieron más de 22.000 observaciones.

Es por eso que ahora debemos centrarnos en algunos temas que necesitan especial atención.

Una expansión urbana que no tendría en cuenta el modelo de ciudad compacta. La Secretaría Distrital de Planeación explica que la ocupación de los nuevos suelos de expansión se justifica dada la baja disponibilidad de suelo efectivo para construcción dentro del área urbana. Sin embargo, esto contradice dos de los objetivos clave de la propuesta del POT: implementar un modelo de ocupación denso, compacto y cercano; y utilizar la renovación urbana como instrumento esencial para la provisión de viviendas y nuevos usos complementarios al transporte masivo.

Y es que una ciudad que crece hacia el límite de su suelo disponible está condenada a seguir ampliando su red de servicios, transporte, vivienda y comercio a un ritmo que a futuro se vuelve insostenible. De seguir esta lógica, el espacio verde y los recursos naturales de la ciudad se ven amenazados por este crecimiento desmedido.

En Bogotá, ciertamente, ha reinado durante décadas la ocupación informal, las políticas ineficientes de renovación urbana y la falta de compromiso de los gobiernos municipales para crear una instancia metropolitana que permita equilibrar las cargas de la urbanización. Mientras tanto, cerca de 10 municipios han consumido de manera ineficiente su suelo disponible y su unión con Bogotá ya es inevitable.

Por ende, mientras la ciudad siga dándole la espalda a los municipios y continuemos con la idea de ubicar toda la oferta de vivienda dentro del perímetro urbano, sin replantear los procesos de reactivación de sectores abandonados, nunca será suficiente el suelo de expansión que tendremos que desarrollar para abastecer las necesidades de más de diez, doce o quince millones de habitantes.

Barrios tradicionales y consolidados siguen en tratamiento de renovación. Luego de una primera puja entre las comunidades de barrios como Pablo VI, la Esmeralda, Salitre El Greco, Andes y Villa Mayor con la Secretaría de Planeación, se logró que se reestableciera la vocación residencial de estos sectores. No obstante, queda aún sobre la mesa la propuesta de la Administración Distrital de redensificar urbanizaciones que ya cuentan con propiedad horizontal y que tienen una configuración única en la ciudad.

El tratamiento de renovación urbana –modalidad de redesarrollo- da vía libre para la construcción de edificios de entre 8 y 15 pisos, una propuesta que, concretamente en barrios que ya cuentan con edificaciones de más de 5 pisos como Pablo VI segundo sector, generaría situaciones como el desplazamiento de los residentes y la saturación en la demanda de los servicios existentes, así como el espacio público con el que cuenta actualmente el sector.

Y es que Planeación debería priorizar la renovación urbana en donde realmente se requiere, como en aquellos barrios con tendencia al abandono y a la ocupación indebida del espacio público, y no en zonas ya consolidadas con una actividad urbana vibrante.

El Sendero de las Mariposas superó la concertación con la CAR. El Distrito aclara que este proyecto incluiría los senderos ecológicos ya localizados en la Reserva Forestal y Franja de Adecuación de los Cerros Orientales. Sin embargo, el trazado, que inicia en la localidad de Usme y recorre aproximadamente 111 Km a lo largo de los Cerros, pretende realizar adecuaciones a través de la construcción de la infraestructura peatonal.

Lo anterior podría afectar la configuración ambiental del sector, teniendo en cuenta las obras y la maquinaria necesarias para un proyecto de tal magnitud, así como el volumen de la población que los aprovechará, especialmente si el control del tráfico de los visitantes no está garantizado.

La Reserva Forestal Thomas van der Hammen en incertidumbre. El POT aún no puede contar con la Reserva para llevar a cabo la propuesta de realinderación, recategorización y sustracción, pues las propuestas del distrito siguen siendo estudiadas por la Corporación Autónoma Regional, entidad que debe pronunciarse con un fallo definitivo para que así el Plan de Ordenamiento pueda ser aprobado.

La mayor apuesta de expansión urbana del POT se encuentra ubicada en torno a esta Reserva, lo que pone en peligro su conservación y ocasionaría un cambio en el modelo de ciudad planteado.

Nuevos terrenos para Doña Juana sin estudios. Según el POT, el Relleno Sanitario tendría una vida útil hasta el año 2022, y su continuidad dependería de la optimización del uso de los suelos donde, actualmente, se disponen los residuos, y la puesta en funcionamiento de plantas de reciclaje.

En efecto, se propone que el Relleno tenga un sector de operación futura constituido por zonas que aumentarían su capacidad actual y garantizarían su operación durante la vigencia del POT, es decir 12 años más. Allí se plantea la construcción de diques e infraestructuras sujetas a la obtención o modificación de la licencia ambiental respectiva y a la aprobación del nuevo plan de manejo ambiental con base en estudios de detalle.

Pero ninguna de estas condiciones es hoy una realidad, ni el POT tiene la competencia para establecerlas, por lo cual resulta evidente que la Administración aún no tiene claro cuál será el futuro del Relleno Doña Juana después del año 2022. La discusión del POT es una de las mejores oportunidades para que la ciudad defina nuevos territorios para la disposición de los residuos de la ciudad.

Esperamos entonces que tanto el CTPD como la Secretaría de Planeación puedan llegar a resolver de manera argumentada los principales interrogantes de cada una de estas temáticas, para que, al ser radicada la iniciativa ante el Concejo Distrital, los bogotanos puedan llevar una discusión clara y transparente sobre el futuro del ordenamiento de la ciudad.

Logo de El Concejo de Bogotá en TV
El Concejo de Bogotá en TV

Logo de Sesiones del Concejo de Bogotá
Sesiones del Concejo de Bogotá

Logo de Qué pasó en el Concejo
Qué pasó en el Concejo

Logo de LSC
LSC

Logo de Audiencia Pública de Rendición de Cuentas
Audiencia Pública de Rendición de Cuentas

Logo de Ordenes al Mérito y Convocatorias
Ordenes al Mérito y Convocatorias

Logo de Transparencia
Transparencia

Logo de Gestion Pública Transparente
Gestion Pública Transparente

Logo de Bancadas Informales
Bancadas Informales

Logo de Sindicatos
Sindicatos

Logo de Intranet
Intranet

Logo de Directorio Telefónico
Directorio Telefónico