Basuras y escombros inundan a Bogotá

Así lo pude comprobar en un recorrido que realizamos por distintos puntos de la ciudad: basuras y desechos de construcción afean avenidas y zonas verdes, donde se arrojan de manera ilegal.

En la ciudad, la Secretaría Distrital de Ambiente tiene identificados 368 puntos críticos de abandono de escombros en las localidades de Suba, Engativá, Fontibón, Kennedy, Bosa y Ciudad Bolívar.

Solo el Acueducto tiene que retirar de los canales y de la red de alcantarillado más de 14.000 toneladas de basura y todo tipo de residuos sólidos muchos de los cuales antes de llegar a los drenajes han sido abandonados en plena calle. Es una tarea a la que se destinan al año más de 15.000 millones de pesos solo por parte del Acueducto.

En una de las acciones más recientes, operarios del Acueducto retiraron 15.000 toneladas de sedimentos del Canal Córdoba, y mucho de ese material era basura acumulada. No hay derecho. Nos estamos gastando la plata que podría usarse en mejorar las redes de acueducto y alcantarillado en limpiar lo que los malos ciudadanos ensucian.

Un ejemplo crítico de lo costoso que resulta para la ciudad el arrojo de escombros y basuras en el espacio público es el Eje Ambiental. Ese espacio a cielo abierto le significa al Distrito una inversión de 22 millones de pesos cada 20 días. Ese es el tiempo que se tardan los operarios en limpiar y desinfectar las 32 piletas que componen el canal San Francisco, entre avenidas 1ª. y 10ª.

Lo lamentable del asunto es que a los veinte días, cuando termina el recorrido de limpieza, usualmente hay que volver a empezar porque una y otra vez los ciudadanos inconscientes vuelven a llenarlo de basura.

En el Nuevo Código de Policía se acaba de establecer un comparendo por 735.424 pesos para quien arroje basura, residuos o escombros en el espacio público o privado. El problema es que no es fácil identificar a los infractores: en el primer semestre de este año solo se habían podido aplicar 2.962 contravenciones por arrojar elementos contaminantes en el espacio.

Esa cifra es muy pobre si comparamos la magnitud del problema. Estudios de la secretaría de Ambiente indican que de más de 14 millones de metros cúbicos que hay que sacar de las calles cada año, casi 9 millones corresponden a ejecutores de obras que utilizan la calle para dejar sus desechos. Más de 5 millones de los escombros que se abandonan en el espacio público son domiciliarios, es decir, las personas dejan la basura y los escombros abandonados en la calle.

Quiero recordar que, más allá de la sanción que tiene el nuevo Código de Policía, en la ciudad tenemos reglamentado un comparendo ambiental, que debemos aplicar con el mayor rigor. Además de citación para educación ambiental, hay multas entre cinco y veinte salarios mínimos mensuales (entre 3'445.000 y 13'780.000 pesos). Hay que aplicar sanciones ejemplarizantes, solo así lograremos una ciudad limpia, ordenada y sin espacios propios para la inseguridad.

Lucía Bastidas
Concejal