El más reciente informe certificado por el Departamento Nacional de Estadística (Dane) indica que en la administración del alcalde Enrique Peñalosa se ha reducido en 87.000 el número de niños y niñas trabajando.
El trabajo infantil ampliado en Bogotá bajó de 11 a 5,3 por ciento entre el 2014 y el 2017, y eso implica incluso que la alcaldía ya superó la meta que se había fijado en el Plan de Desarrollo, pues había propuesto una meta de reducción de 4 y ya ha logrado 5,7.
El trabajo infantil ampliado incluye actividades que realizan los menores en calles y barrios, en ventas ambulantes, en el bicitaxismo, en plazas de mercado, reciclaje y otras actividades informales. Incluye además los oficios de la casa y el cuidado de personas mayores o con discapacidad y de sus hermanos.
La reducción se ha logrado, entre otras estrategias, con el apoyo de los 13 centros Amar que la ciudad tiene en 12 localidades, en jornada diurna y nocturna, enfocados en niños. Niñas y adolescentes que están en riesgo de trabajo infantil. Cada uno tiene capacidad para 1.170 menores. Allí los niños son atendidos mientras los padres trabajan.
En estos sitios tienen acompañamiento pedagógico, nutricional, psicosocial y artístico para el desarrollo de sus capacidades y potencialidades mientras sus padres trabajan.
Un aspecto importante de este logro es que ha sido producto de que un equipo interdisciplinario de la Secretaría de Integración Social ha recorrido zonas críticas como Corabastos en busca de los niños que trabajan y se ha logrado cambiar el empleo por la educación.
Se llama la ‘Estrategia móvil de prevención y atención del trabajo infantil’ que fue reforzada al incrementar de 25 a 125 los profesionales que identifican a niñas, niños y adolescentes en las calles para evitar que sean víctimas de la práctica de ponerlos a trabajar en lugar de estudiar. Se cuenta con 25 unidades que identifican los focos de trabajo infantil al transitar por diversos territorios.
El trabajo de identificar a los niños que trabajan ha permitido establecer que las localidades donde más se presenta esta práctica son Kennedy, Bosa, Santa Fe, San Cristóbal, Ciudad Bolívar, Usme y Engativá.
