Estamos hablando solo de los hurtos denunciados ante las autoridades porque, como todos sabemos, el subregistro es alto por lo difícil y engorroso que resulta instaurar las denuncias.
El transporte público, incluido TransMilenio y los buses azules del SITP, son sitios críticos para la seguridad, pero no tenemos registros certeros del nivel del delito, precisamente por la poca eficacia que tiene denunciar.
Los ciudadanos están cansados que les pidan evidencias de los hurtos o que les digan que no se puede hacer nada porque las capturas no fueron en flagrancia. Así que, prefieren dejar las cosas así, es decir, en la absoluta impunidad.
Son frecuentes los videos, los hemos visto a lo largo del 2020, de jóvenes armados que llegan a robar los negocios en zonas como Usme y Kennedy. El delito está desbordado, hay establecimientos que han sido hurtados una y otra vez sin que los delincuentes paguen por el delito.
A esto hay que sumarle un promedio diario de 56 casos de violencia interpersonal, con 1.732 casos al mes; 11 casos de abusos sexuales registrados en Medicina Legal, con un total de 353 al mes y el 80% de las víctimas son mujeres.
La violencia de pareja deja 28 víctimas diarias. Solo en enero llegaron a Medicina Legal 863 casos en total, y más del 80% son mujeres agredidas por sus parejas o exparejas.
Grave el hecho de que las mujeres sigan siendo las principales víctimas de la violencia intrafamiliar. De enero a febrero de este año se registraron 4.309 casos, frente a 3.501 del año pasado en el mismo periodo. Fueron 889 casos adicionales, lo que significa un incremento del 25,4 por ciento.
En homicidios pasamos de 9 casos el año pasado a 15 este año entre enero y febrero. Son seis casos adicionales en un periodo de dos meses.
Los bogotanos necesitamos que las medidas para reducir estos índices de inseguridad se pongan en funcionamiento ya. El delito no da espera. La administración promete bajar las cifras de hurto entre 4 y 5 por ciento. Es una meta poco ambiciosa, pero en todo caso hay que comenzar ahora mismo.
Es verdad que la prioridad de las autoridades es realizar un trabajo articulado, lo importante es que esa estrategia se vea reflejada en los resultados. Los bogotanos necesitan resultados para saber que pueden vivir sin miedo en la ciudad.
CONCEJAL DE BOGOTÁ
