En consonancia, Forero Molina, le pidió a la Secretaría que restituya el servicio que por más de 28 años había funcionado ayudando a las personas, evitando tragedias y salvando vidas.
La última de éstas ambulancias, fue cerrada a principios de este mes y de acuerdo con la Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP), con la ambulancia especializada en el Distrito capital, se atendía no sólo a pacientes con enfermedades mentales, sino también, a sus familiares.
“Esta ambulancia que hacía parte del Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) de la Secretaría Distrital de Salud, contaba con un servicio especializado y entrenado para la valoración y atención de pacientes en crisis, reduciendo los riesgos de maltrato físico y emocional, agresiones y suicido”, replicó Forero, de la denuncia hecha por la ACP.
Cabe destacar, que según la Encuesta Nacional de Salud Mental (ENSM), publicada en el Boletín de salud mental de julio del 2018; en Colombia durante el año anterior, poco más de 862 mil 200 personas fueron atendidas por trastornos mentales y del comportamiento, mientras que 131 mil 700, fueron atendidas por Trastornos mentales orgánicos, incluidos los trastornos sintomáticos.
De este total, se evidenció que las mujeres (59,9%) consultan más que los hombres (40,1%) y que el 46,5% de las personas que consultan, tienen entre 5 y 24 años. Quienes menos consultan en los servicios de salud mental, son las personas de 65 años y más.
Lo anterior llama poderosamente la atención por cuanto la ACP hace notar que el panorama en la capital del país, no es diferente a la situación evidenciada a nivel nacional, y al no contar con un servicio de ambulancia especializado, el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) no tendrá herramientas óptimas para desplazarse y evitar posibles desenlaces fatales, con respecto a la salud mental de los capitalinos.
La encuesta, también consideró que “cuando se habla de acceso a los servicios de salud, se hace referencia al proceso mediante el cual las personas buscan atención y esta se logra”, significando que la inexistencia del servicio de ambulancia especializada en emergencias psiquiátricas en Bogotá, se incrementan las barreras de acceso a los servicios de salud mental de diversa índole, por razones de tipo actitudinales y geográficas.
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