En esta ocasión, elegimos el entorno de las universidades Piloto de Colombia y Católica en Chapinero, entre las calles 45 y 47, de la carrera 13 a la 16, por ser un lugar que además de estudiantes tiene alto tráfico comercial y es un sitio emblemático, en el que queremos erradicar la práctica de arrojar las colillas en las calles.
Hemos insistido en el daño que se le causa al ambiente de la ciudad con las colillas. Son más de 95 millones las que se arrojan al año en la vía pública, y solo en zonas aledañas a bares y discotecas 16 toneladas de esos residuos finalmente terminan en la red de alcantarillado.
En nuestras jornadas pedagógicas queremos enseñar con el ejemplo. Por eso salimos con los integrantes de nuestra unidad de apoyo normativo a recoger las colillas. Son cientos de ellas las que terminan en la red de alcantarilla. Una sola es tan dañina y tan tóxica que recogerlas es un avance en el cuidado de nuestro ambiente.
Una sola colilla puede contaminar ocho litros de agua debido a las cuatro mil sustancias tóxicas que contiene, como el acetato de celulosa, un derivado del petróleo que tarda diez años en descomponerse.
Por eso insistimos en la pedagogía dirigida al ciudadano. El primer paso es no arrojar las colillas en el espacio público, el segundo debe ser recogerlas antes de que terminen contaminando las redes de agua.
Por otro lado, es urgente que la administración viabilice rápidamente los diálogos con los empresarios del cigarrillo. El acuerdo 704 ordenó desde el 2018 que se promueva entre los fabricantes la realización de campañas al consumidor para alertar sobre los efectos ambientales que producen las colillas en el suelo, el agua y la salud pública.
El acuerdo establece sanciones pedagógicas y comparendo ambiental, la instalación de canecas con dispositivos para las colillas. Eso es urgente. De nada nos sirve promover normas desde el Concejo si no se llevan a la práctica de manera expedida y eficiente.
Con mi equipo seguiremos haciendo pedagogía y esperamos que todas las entidades públicas y privadas imiten el ejemplo. No hay temas ambientales pequeños y este es de una magnitud enorme.
Tenemos que tomar consciencia del daño enorme que le estamos haciendo al medio ambiente, a las aguas y a la salud pública.
CONCEJAL DE BOGOTÁ