Tantos discursos, tanta carreta, tanta frustración de administradores demagogos quedan desde hoy en el pasado porque el alcalde Enrique Peñalosa, sin hacer anuncios politiqueros, adelantó un proceso de licitación y logró que los privados le apostaran a una flota cien por ciento eléctrica que le dará nueva vida al SITP.
A nivel nacional Bogotá tendrá la más grande flota del país seguido de Medellín cuenta con 64 y Cali con 26.
No fue una tarea fácil, porque lo primero que tuvo que enfrentar la administración fue sacar el SITP de la quiebra en la que lo dejaron administraciones irresponsables, con un agravante, que los operadores le debían 2,7 billones de pesos a los bancos y se había establecido un bloqueo que impedía mejorar el transporte de la ciudad.
Después de arduas negociaciones la alcaldía encontró salidas financieras para salvar a los operadores y evitar que la ciudad se quedara sin servicio. Eso permitió que las empresas del SITP le pudieran apostar a la renovación de la flota.
Lo primero fue reponer 1.441 buses troncales de TransMilenio que tenían más de un millón y hasta un millón 400 kilómetros, por una flota nueva de la cual 741 buses son a gas Euro VI que es el estándar más alto en el mercado.
Y el siguiente paso que vemos hoy cristalizado es el de los 483 buses eléctricos nuevos. El proceso ya arrancó. Tenemos el primero de los buses y está en marcha el montaje de los puntos de carga.
Son buses modernos, con cuatro cámaras incorporadas que permiten tener mayor seguridad para los usuarios y servirán como material probatorio para las autoridades en casos de delitos, incluida la evasión del pasaje. Además, traerán servicios para mejorar la calidad como puertos para cargar dispositivos electrónicos a los pasajeros, equipos de audio y otras novedades que hacen que el transporte de la ciudad se dignifique.
Los 483 buses eléctricos llegarán de manera gradual en 2020 y atenderán las zonas de Fontibón, Suba Centro y Usme, con rutas alimentadoras, complementarias y zonales. Siendo así una de las flotas más grandes de Latinoamérica junto con la de Santiago de Chile que en la actualidad cuenta con 203 buses en circulación, cifra que desean aumentar en el 2020 para terminar con 411.
Son 2,4 billones de pesos invertidos en lo mejor que le puede pasar a la ciudad: ayudar a que el transporte no aporte una cuota en las 2.247 muertes que se presentan al año en la ciudad por enfermedades pulmonares crónicas en las que tiene mucho que ver la polución y el aire contaminado.
El alcalde Enrique Peñalosa convirtió en realidad un sueño que tenía Bogotá.
LUCÍA BASTIDAS
CONCEJAL DE BOGOTÁ
