Carta al ministro de justicia

Bogotá, D.C., enero 17 del 2018

Doctor

Enrique Gil Botero 

MINISTRO DE JUSTICIA

Bogotá

 

Respetado Señor Ministro.

Cordial saludo.

Usted es el responsable de la justicia en el país y como tal me dirijo para solicitarle acciones urgentes porque el tema de las víctimas de la reincidencia de los delincuentes sobrepasó todos los límites de tolerancia y paciencia de los ciudadanos.

El espectáculo de jueces dejando en libertad una y otra vez a delincuentes capturados en flagrancia, que además tienen reiteradas anotaciones por capturas precedentes, se está convirtiendo en una burla para la Policía y para las personas que son víctimas de sus fechorías.

Señor Ministro, las cifras no dejan dudas de lo alarmante del problema. Cada mes en el país son capturados por robos y atracos un promedio de 1.300 delincuentes reincidentes. Las estadísticas muestran que la mayoría tiene entre dos y cuatro detenciones previas. Hay registros de asaltantes liberados cinco o seis veces y en el 2016 se reportaron 240 historiales en los que los asaltantes tenían entre 7 y 10 anotaciones.

Los ciudadanos son robados a la salida de los supermercados sin ninguna protección, los asaltan después de haber sacado dinero de los bancos, los hurtan en las calles. Y no pasa nada.

Hay miles de ejemplos que podemos citar y no terminaríamos nunca de relatarlos. El 20 de noviembre del 2017 una joven de 20 años denunció que dos hombres que se subieron al bus del SITP en que se movilizaba en Kennedy la hirieron para robarle su teléfono celular. Algunos pasajeros lograron detener al asaltante, pero la Fiscalía lo dejó en libertad argumentando proceso indebido en la captura.

La víctima tuvo 15 días de incapacidad, y además del daño sicológico quedó con el temor de represalias por haber denunciado a su agresor.

El pasado 5 de enero el Secretario de Seguridad, Daniel Mejía, tuvo que salir nuevamente a rechazar la decisión de un juez de garantías que dejó en libertad a dos hombres sindicados de haber cometidos hurtos, amenazando con armas a los pasajeros, en buses del SITP. Los dos tenían antecedentes por hurto agravado, y aun así el juez les dio la libertad.

Estoy de acuerdo en que decisiones judiciales de este tipo afectan de manera directa la seguridad ciudadana y mandan la señal equivocada de que el crimen paga.

Y por situaciones como esa es que los ciudadanos optan por no denunciar. Tenemos el caso registrado el 24 de enero del 2017, cuando 15 pasajeros de un bus del SITP fueron asaltados por cuatro hombres armados de puñales, cuando iban por la avenida Boyacá.

La Policía capturó a dos de los criminales y uno de ellos estaba en libertad después de haber sido detenido en diciembre del 2016 por el mismo delito. Las nuevas víctimas no denunciaron, porque hacerlo no está garantizando que los delincuentes vayan a la cárcel por las decisiones que toman los jueces. ¡Los delincuentes se burlan porque saben que en menos de 24 horas volverán a la calle!

Un caso apabullante que muestra la gravedad del problema está registrado en los anales de justicia de Bogotá. Un delincuente capturado entre el 2012 y el 2014 cada 17 días que en el 2016 seguía libre según los reportes de prensa. Tenía 43 anotaciones.

La laxitud de los jueces, muchas veces escudados en que no hay cárceles, está contribuyendo al escepticismo de los ciudadanos que no se atreven a denunciar porque saben que el delincuente quedará libre y se volverán a encontrar con él.

Además, la percepción de que hay corrupción en la Policía se aumenta cada vez que estos asaltantes vuelven a quedar en libertad, porque la mayoría de las veces las personas ignoran que son los jueces los que les dejan libres.

La última encuesta del Programa Bogotá Cómo Vamos, en septiembre del 2017, mostró que el 49 por ciento de los encuestados señala el hurto como el delito que más los afecta. Y ese delito no cede porque los reincidentes actúan a sus anchas, sabiendo que los jueces los benefician con sus medidas.

Señor Ministro, una política criminal debe considerar cuáles son los delitos que más impactan la seguridad ciudadana, y sin duda la reincidencia de los delincuentes, especialmente los atracadores, es un fenómeno que no da espera.

En nombre de tantos ciudadanos víctimas de estos delincuentes le solicito adoptar las medidas que sean pertinentes, porque es urgente que se blinde el sistema para que los jueces no encuentren subrogados penales que una y otra vez permitan la libertad de asaltantes que atentan contra los ciudadanos.

Cordialmente,

LUCÍA BASTIDAS UBATÉ

Concejal de Bogotá

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