“Las improvisaciones, equivocaciones y la ineficiencia de la actual administración no se pueden trasladar al ciudadano, con el cobro de una nueva valorización”, denunció el Concejal de Bogotá, Antonio Sanguino, en referencia al cobro por valorización que pretende instaurar el Distrito por las obras en la calle 94 con carrera novena.
Anunció que cuando el proyecto llegue al Concejo de Bogotá, tal como lo advirtió el Director de IDU, Jorge Camargo, para su respectiva aprobación, se opondrá rotundamente y lo votará negativo, “es inaceptable este atentado contra el bolsillo de los ciudadanos que quiere realizar la Administración Distrital y es absurdo que sea asumido por los ciudadanos”, ratificó Antonio Sanguino.
El concejal de la Alianza Verde, Antonio Sanguino, aseguró que no es posible que una obra que se contrató inicialmente por valor de $45.868.513.717, en 2009; se haya incrementado en más de 55 mil millones de pesos, en 2012, ya que este contrato fue por $85.266.616.484, en la actualidad esa misma obra tiene un valor de $140.585.441.335. “Es decir, entre lo pactado entre 2009 y lo ejecutado en 2015, la obra se ha incrementado en 95 mil millones de pesos aproximadamente”, denunció.
Revisando la historia de esta obra, Sanguino recordó que en el 2009 mediante contrato IDU-068-2009 se adjudicaron los estudios, diseños y la construcción esta obra al consorcio conexión, con un plazo inicial de 17 meses, con fecha de inicio 26 de noviembre de 2009 y terminación mayo de 2011. En ese entonces se giró un anticipó por valor de $13.030.715.994.
Luego, afirmó, el cabildante, Antonio Sanguino, “que se firmaron siete Otrosíes, entre los que se destacan una adición por 17 mil millones de pesos y varias suspensiones. El 23 de septiembre de 2011 se declaró la caducidad de mismo”.
Posteriormente, el 19 de abril de 2012, en esta administración, se inicia de nuevo la obra según contrato IDU-05-2012, “pero sorpresivamente por casi el doble de su valor, es decir, $85.266.616.484 con el consorcio AIA-CONCAY. La fecha de terminación estaba pactada para junio del 2014, fecha que tampoco se cumplió”, explicó Sanguino.
Para Sanguino, resulta inaceptable que una sola intersección vial le cueste a la ciudad cerca de 150 mil millones de pesos. Como también es inaceptable, que una obra termine con sobrecostos por más del 300 por ciento. Y resulta inadmisible que ese sobrecosto producto de una cadena de equivocaciones técnicas y falta de transparencia se les traslade a los ciudadanos mediante un nuevo cobro de valorización, puntualizó Antonio Sanguino.
