Construir equidad social… ¡si paga!

Es claro que nada es perfecto pero la dirección está marcada y el camino desbrozado. Lo social, lo ambiental y lo público están en primera línea de la conciencia política que las mayorías ciudadanas de Bogotá están construyendo en sus mentes y en su práctica cotidiana.

El pasado próximo 26 de marzo el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, presentó ante los bogotanos y colombianos la rendición de cuentas de su gestión durante los últimos 3 años, con corte a 31 de diciembre de 2014.

 

El burgomaestre capitalino recordó inicialmente los ejes estratégicos del Programa de Gobierno de la Bogotá Humana. Ellos son: la superación de la segregación social, adaptar la ciudad al cambio climático y consolidar la política de defensa de lo público. Luego expuso con mucho detalle las cifras sobre cada uno de los avances y logros de su administración en las respectivas áreas de gestión.

 

Entre las cifras más impresionantes a destacar están las de haber bajado la pobreza multidimensional a la mitad en sólo tres años –de 11,9 a 5,4%–, reducir los homicidios a 17 por cada 100.000 habitantes, atender gratuitamente 225.430 niños de la primera infancia, dar al servicio 20 jardines infantiles nocturnos en los barrios populares, proporcionar alimentos al 85% de los estudiantes de los colegios públicos, disminuir a la mitad la deserción escolar, y bajar la tasa de mortalidad infantil por desnutrición a cero.

 

Dijo el Alcalde: “Esto es de lo que más nos enorgullecemos. Esta es nuestra principal obra que no se mide en bultos de cemento ni en número de ladrillos. Bogotá Humana logró que ni un solo niño muera de hambre en los años que llevamos de nuestro gobierno. La tasa de mortalidad infantil por desnutrición es cero (0)”.

 

Haciendo un balance de la rendición de cuentas el periodista y analista político Enrique Santos Molano plantea con mucho énfasis lo siguiente: “Digan lo que quieran los malquerientes del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, es un hecho reconocido hoy por la mayoría de los ciudadanos que la administración presidida por él ha iniciado y puesto en marcha, para bien, un cambio profundo e irreversible en la capital de Colombia” (http://bit.ly/1CHut5B).

 

El aspecto principal de la gestión de la Bogotá Humana – que debe resaltarse frente a la embestida y ataques de sus contradictores – es que se ha podido demostrar que la inversión social dirigida a los sectores marginados y empobrecidos de la ciudad genera, en forma directa e impactante, beneficios reales y sostenibles para el conjunto de la sociedad. Reducir la pobreza no sólo baja los niveles de delincuencia e inseguridad sino que crea un clima de convivencia y respeto humano que se traduce en tranquilidad y bienestar colectivos. Es de simple sentido común y espíritu de solidaridad reconocer esa verdad.

 

Esto es muy importante de precisar hoy que estamos de frente a la campaña electoral para decidir quién será el sucesor de Petro. Pareciera que los ataques a la Bogotá Humana tratan de impulsar una especie de lucha de clases “invertida”. Quieren poner a los ricos y clases medias acomodadas contra los sectores marginados y marginales de la ciudad. Intentan demostrar que Gustavo Petro está sólo gobernando para los “pobres” y que tiene abandonada a la ciudad. Se promueve un egoísmo cerrero y un individualismo discriminatorio para descalificar los logros sociales de la Bogotá Humana a fin de desprestigiar la política de integración y equidad social.

 

Sin embargo los hechos demuestran lo contrario. Es indudable que la inversión social en los sectores vulnerables de la población produce beneficios para el conjunto de la población bogotana. Y lo más importante, son beneficios y logros que se van a mantener en el tiempo. Y así lo reitera el Alcalde Petro cuando afirma: “Bogotá es una demostración de cómo construyendo equidad social, superando la pobreza, se sale de la violencia. Bogotá es un ejemplo de cómo se construye la Paz en Colombia”.

 

Pero además, a pesar de los obstáculos que se le han presentado a la gestión de Gustavo Petro, del intento de desacreditarlo antes de haberse posesionado cuando fue acusado de pánico económico por proponer la integración entre las empresas públicas del Distrito; de la tentativa de sancionarlo, destituirlo e inhabilitarlo por parte del Procurador; de la oposición y el bloqueo a muchas de sus iniciativas por parte de una oposición obtusa y ciega dentro del Concejo Distrital; y de la sostenida campaña mediática en su contra, acusándolo de “populista” y de no tener capacidad gerencial, las cifras indican que la Administración Progresista muestra resultados concretos y palpables.

 

La situación actual de las empresas de servicios públicos es un ejemplo de ello. La Empresa de Energía de Bogotá EEB, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, y la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá ETB, han dado un salto cualitativo en la recuperación de sus finanzas y en el desarrollo tecnológico. Dichas empresas venían siendo destruidas o desfinanciadas con el fin de promover su privatización. La ETB estuvo a punto de ser vendida a precios irrisorios. Hoy es una empresa moderna que está al día con los más avanzados progresos tecnológicos y que ha puesto a la ciudad a la altura de las ciudades más adelantadas del mundo en fibra óptica y velocidad de Internet.

 

Y no podemos dejar de mencionar uno de los logros más importantes de la Bogotá Humana que rompe con la historia de debilitamiento del sector público de la Salud. Es un hecho que devuelve la fe a los trabajadores que fueron la vanguardia de la lucha contra las privatizaciones, a los profesionales y científicos que se formaron en sus instalaciones y a centenas de miles de personas y familias que fueron beneficiarios de sus servicios. Se trata del rescate y recuperación para el servicio público de Salud del Hospital San Juan de Dios o “La Hortúa” como era conocido entre el pueblo bogotano.

 

La reapertura del San Juan de Dios es el primer paso para que sirva como hospital de referencia para la red del Distrito Capital, vuelva a ser el hospital escuela para estudiantes de pre y de postgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, sea la cuna nuevamente de muchas investigaciones médicas que el país requiere y atienda las necesidades con integralidad, prontitud y calidad a las clases más necesitadas de Bogotá y departamentos circunvecinos, entre otros. Además, permitirá recuperar y poner en funcionamiento pleno a otra serie de entidades de salud que giraban alrededor de ese hospital como el Centro Dermatológico, el Hospital Materno Infantil, el Hospital Santa Clara y el Instituto Nacional de Cancerología.

 

Es evidente que han existido problemas diversos que han impedido una ejecución plena de los recursos del Distrito Capital. Algunas metas fueron inicialmente sobredimensionadas. El “síndrome de vigilancia extrema” por parte de los entes de control hace mella entre los funcionarios que se atemorizan frente a la persecución jurídica. Todo lo anterior con los antecedentes de la administración de Samuel Moreno que pesan como inmensas cargas intimidantes contra la agilidad y la oportunidad para contratar y ejecutar.

 

Sin embargo, nuestra percepción es que la ciudadanía valora lo hasta ahora logrado en movilidad y transporte, en seguridad ciudadana, en reordenamiento de la ciudad, en defensa del agua y del medio ambiente, en inversión social y lucha por la integración social. Amplios sectores de la población antes discriminada, recicladores, desplazados, habitantes de calle, vendedores ambulantes, organizaciones de mujeres, sectores de LGTBI, adultos mayores, población en condición de discapacidad, jóvenes raperos, grafiteros, practicantes del hip hop y trabajadores de la cultura, sienten que tienen un Alcalde que los respalda y les ha ofrecido un campo de acción que no tenían en anteriores administraciones.

 

Es claro que nada es perfecto pero la dirección está marcada y el camino desbrozado. Lo social, lo ambiental y lo público están en primera línea de la conciencia política que las mayorías ciudadanas de Bogotá están construyendo en sus mentes y en su práctica cotidiana. Tenemos el reto de profundizar esa línea de conducta no sólo defendiendo los preceptos fundamentales de la Bogotá Humana sino preparándonos para darle continuidad en el próximo gobierno y profundizar la democracia participativa y protagónica que el pueblo y la ciudadanía bogotana está exigiendo en localidades, barrios y diversos sectores de la ciudad.

 

Debemos ratificar lo planteado por el Alcalde Petro en su rendición de cuentas: construir equidad social… ¡Sí paga!

 

 

yezgara@yahoo.es / @yezidgarciaa



Claudia Lucía Mantilla Cupabán

Twitter:@MantillaClaudia
Logo de El Concejo de Bogotá en TV
El Concejo de Bogotá en TV

Logo de Sesiones del Concejo de Bogotá
Sesiones del Concejo de Bogotá

Logo de Qué pasó en el Concejo
Qué pasó en el Concejo

Logo de LSC
LSC

Logo de Audiencia Pública de Rendición de Cuentas
Audiencia Pública de Rendición de Cuentas

Logo de Ordenes al Mérito y Convocatorias
Ordenes al Mérito y Convocatorias

Logo de Transparencia
Transparencia

Logo de Gestion Pública Transparente
Gestion Pública Transparente

Logo de Bancadas Informales
Bancadas Informales

Logo de Sindicatos
Sindicatos

Logo de Intranet
Intranet

Logo de Directorio Telefónico
Directorio Telefónico