El informe de la Defensoría remitido a mí correo (lbastidasu@hotmail.com) confirma que en la más reciente visita a ese centro de reclusión se evidenció falta de mantenimiento general de las instalaciones de la cárcel, con problemas de humedad, falta de ventilación y cableado eléctrico expuesto. La Defensoría también advirtió problemas en el suministro de agua para las mujeres ubicadas en pisos diferentes al primero, debido a problemas de bombeo.
La Defensoría del Pueblo asumió el conocimiento de las denuncias que hice, tras la visita que realizamos el fin de semana, y en la que visibilizamos los reclamos formulados por las familiares de las internas.
La Defensoría me informó que la cárcel el Buen Pastor enfrenta cuatro trasgresiones a los derechos fundamentales de las detenidas, al igual que otros centros de reclusión: hacinamiento, infraestructura inadecuada para fungir como centro de reclusión, deficiente prestación del servicio de salud y ausencia de programas de resocialización.
La Defensoría constató que el hacinamiento de la cárcel El Buen Pastor, con cifras del 1 de julio, era del 41,8 por ciento, pues se comprobó un total de 1.808 mujeres recluidas, de las cuales 930 son sindicadas, cuando los cupos del establecimiento carcelario son 1.275.
Tengo en cuenta la recomendación que me hace la Defensoría, ya que es mi mi labor como concejal de la ciudad prender alarmas tempranas sobre temas que afecten a la ciudad y a sus mujeres , “para que como cabildante inste al distrito capital a adelantar las medidas tendientes al fortalecimiento de la política penitenciaria, a nivel distrital, con el objeto de que las partidas que se incluyan en el presupuesto para el mantenimiento de los establecimientos de la capital estén acordes con los requerimientos de la población sindicada en este territorio del país”.
Debo manifestar mi decisión de apoyar esta petición, pero así mismo es necesario que se respete la integridad de las internas y sus derechos fundamentales, así como los de sus familias.
Agradezco el interés y la celeridad de la Defensoría ante esta denuncia sentida por parte de las madres, padres, hijos, hijas, familiares y amigos de las internas del Buen Pastor.
Lucía Bastidas Ubaté
Concejal de Bogotá