Realizar control político a las edificaciones en Bogotá con riesgo estructural y amenaza de ruina, es uno de los asuntos más relevantes que pueda llevar a cabo el Concejo Distrital, pues se trata de la seguridad y bienestar de los ciudadanos.
Según el Instituto de Distrital de Gestión y Riesgo (IDIGER), en Bogotá hay aproximadamente 2.363 edificaciones con riesgo estructural, de los cuales 378 inmuebles están clasificados en amenaza de ruina.
Si bien, se trata de un tema de vital importancia para el Distrito Capital, la Administración solo se reduce a emitir conceptos y datos estadísticos sobre las obras y edificaciones en riesgo a través del Instituto Distrital de Gestión y Riesgo climático (IDIGER); Instituto, el cual, conforme a sus competencias como autoridad técnica, solo alerta sobre posibles riesgos e indica las restricciones de ocupación o desarrollo de usos del predio.
Y aunque estos datos estadísticos y conceptos sean necesarios, se hace aún más indispensable plantear acciones y procedimientos para mitigar los impactos que pueden llegar a causar dichos inmuebles en estado de amenaza de ruina, con la consabida responsabilidad civil extracontractual que puede significar, obligaciones muy onerosas para las arcas del Distrito, en razón a que no se despliegan acciones reales preventivas.
Entre las localidades más afectadas se encuentran, Suba, Usaquén, Teusaquillo, Ciudad Bolívar y San Cristóbal. Los problemas que más se identifican son, deficiencias en la construcción, mala calidad de los materiales, falta de mantenimiento o daños por obras aledañas.