¿El 2021 será el año de la reactivación?

Desde diferentes sectores económicos y políticos se pronostica que el 2021 será el año de la reactivación económica, pero esto dependerá de la eficiencia y eficacia de las reformas económicas y políticas que se implementen, así como del comportamiento de la curva de contagios.

Es claro que la pandemia no solo afectó el sistema de salud en su conjunto, sino que también generó una depresión económica parecida a la de los años 30, pero más grave que la crisis financiera de 2008. Con la crisis, se llegó a alcanzar tasas de desempleo cercanas al 20% y caídas de la actividad económica de más de dos puntos, tanto en la actividad trimestral como en la actividad anual, cuyas consecuencias se ven reflejadas en la pobreza y precariedad de la calidad de vida.

Con las medidas sanitarias preventivas y el consecuente cierre de sectores económicos, tuvo lugar un fuerte desplome de la actividad productiva, una caída de los flujos de caja y de los ingresos. En consecuencia, el país entero presentó necesidades grandes de liquidez y crédito a todo nivel.

En este sentido, la mayoría de los analistas coinciden en que la problemática económica actual tiene que ver con una crisis asociada fundamentalmente a la demanda, y no a la oferta, es decir, que la crisis deprimió la demanda agregada. En este contexto, la teoría económica reza que muy probablemente la política monetaria no tiene el poder suficiente para reactivar la economía. Esto quiere decir que las medidas que tengan que ver con incentivos tributarios, tienen una efectividad limitada si se compara con la efectividad que tendrían políticas más amplias, como la implementación de una renta básica para evitar una disminución en la corriente del consumo, los subsidios a la nómina y facilitar el acceso a créditos a bajos intereses.

Respecto al PIB, la crisis ha generado un alto impacto no solamente a nivel local sino para todo el país. Para el tercer trimestre de 2020, el PIB de Bogotá, cayó 9,1% frente al tercer trimestre de 2019, lo cual demuestra la grave afectación económica de la ciudad.

Si bien esta cifra representaba una mejoría en comparación con el segundo trimestre del 2020 el cual había caído 15,8%, la recuperación está nuevamente en riesgo por la segunda ola de contagios que hoy vivimos y los nuevos cierres que tuvieron lugar en el inicio del 2021. Los sectores económicos más afectados en el tercer trimestre, de acuerdo con los datos del PIB para Bogotá, son:

-          Alojamiento y servicios de comida, que representan 20,4% de la economía.

-          Construcción, que representa el 28,4%.

-          Industria, con el 14,5% del valor agregado de la economía.[1]

Situación de las empresas de la ciudad

Según reportó la Cámara de Comercio de Bogotá -CCB-, el total de empresas y establecimientos de comercio activos a 30 de noviembre de 2020 llegó a 788.675, de las cuales más del 90% son microempresas; 6,1% pequeñas; 1,8% mediana y 0,66%, son grandes.

Resulta alarmante que, según los datos suministrados por la Cámara de Comercio de Bogotá, las restricciones al comercio afectan más gravemente a las MiPymes que corresponden al 99% de las empresas de la ciudad, siendo las microempresas el 97,7% de ellas, las cuales no cuentan con el capital para dejar de percibir ingresos.

Las localidades con mayor número de empresas registradas en Bogotá son Suba (12,3%), Usaquén (10,3%), Chapinero (10,1%), Kennedy (10,0%) y Engativá (9,3%), que representan el 52,0% de las empresas de la ciudad.

No obstante, Bogotá cerró el 2020 con una disminución en el total de empresas activas del 12%, lo que equivale a 53.291 empresas menos frente al 2019. Esto implica una pérdida histórica para la ciudad, teniendo en cuenta que entre 2010 y 2019, el promedio del crecimiento de empresas fue de 6,4% anual.

Por su parte, desde la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), aseguran que durante el 2020 el 31% de los comerciantes de Bogotá y Cundinamarca cerraron sus puertas, es decir, alrededor de 58.000 locales comerciales[2] están cerradas al público.

Según la última encuesta presentada por la CCB, las siguientes son las principales causas del cierre de los negocios:

Gráfica 1. Principales causas del cierre de los negocios en Bogotá

 Grafica 1

Fuente: Cámara de Comercio de Bogotá, 2021

Los gremios económicos insisten que las restricciones impuestas en el mes de enero afectaron localidades que ya habían sido fuertemente afectadas en el 2020. En este sentido, hay localidades que tuvieron contracciones mayores en el número de empresas, que la que tuvo en promedio la ciudad. Por ejemplo, Ciudad Bolívar tuvo una contracción del 15%, Rafael Uribe Uribe del 14% y Bosa del 13%, siendo las localidades más afectadas por las medidas de aislamiento[3].

En este orden de ideas, los últimos ciclos de cuarentenas focalizadas en la ciudad han generado una mayor presión, especialmente en localidades como Chapinero, Ciudad Bolívar y Rafael Uribe Uribe, generando así mayores brechas en pérdidas de empleos y pobreza[4], por lo que los esfuerzos en materia de reactivación económica, como destinación de recursos y subsidios tienen que enfocarse en estas localidades, pero también identificando el tipo de empresa más afectada según su tamaño y el sector al cual pertenecen.

Por otro lado, si comparamos el mapa de las localidades más afectadas por la pandemia con el mapa de los estratos socioeconómicos de la ciudad (Gráfica 2), podemos observar que la contracción económica fue más fuerte en localidades cuya población pertenece mayoritariamente a los estratos 1 y 2.  Esto requiere que las entidades centren sus esfuerzos para dirigir las ayudas en estos sectores de la ciudad para evitar que caigan en situación de pobreza extrema, especialmente teniendo en cuenta que en estos sectores de la ciudad se encuentran los cinturones de miseria, caracterizados por presentar elevados índices de pobreza, analfabetismo, consumo y distribución de sustancias psicoactivas, así como la presencia de bancada criminales. La crisis económica actual son un caldo de cultivo para que la situación social de estas zonas de la ciudad empeore dramáticamente.

 

Gráfica 2. Localidades más afectadas por la cuarentena Vs. los estratos socioeconómicos de Bogotá

 Grafica 2

Fuente: elaboración propia.

Efectos de la pandemia en la pobreza

Si bien es cierto que los progresos en reducción de la pobreza en Colombia son considerables, un análisis presentado por la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes[5] evidenció que la reducción en estos niveles y la persistencia de la desigualdad en Colombia reflejan dos elementos importantes que se han manifestado con fuerza en la crisis actual:

  1. I. La disminución de la pobreza se ha traducido, sobre todo, en el crecimiento de una clase media frágil. Es decir, hogares con niveles de ingreso y consumo superiores a las líneas de pobreza, pero no muy lejos de este margen.
  2. II. La alta incidencia de la informalidad y el cuentapropismo característicos de los hogares de ingreso medio bajo en el mercado laboral.

El estudio citado fue enfático en afirmar que estas características hacen que las clases medias vulnerables y los hogares de ingresos más bajos se vean más afectados por la crisis actual y sus consecuencias futuras. Los efectos se verán reflejados tanto en pobreza como en desigualdad. 

Si bien en el 2019 se observa una reducción de la incidencia de la pobreza multidimensional de 19,1 a 17,5, eso significa que entre el 2018 y el 2019 cerca de 615.000 personas salieron de la pobreza, en Bogotá las cifras son desalentadoras y, según algunos analistas, la clave está en la dimensión SALUD. Mientras en el 2018 Bogotá tenía cerca de 304.000 personas pobres, en el 2019 esa cifra llegó a 537.000.

Economía y Salud: ¿Cuál es la fórmula perfecta?

Desde los gremios económicos le vienen insistiendo a las autoridades que las decisiones orientadas a controlar y mitigar el contagio del Covid-19 deben ir acompañadas de aquellas que promuevan la reactivación económica, que es el salvavidas para recuperar las brechas generadas en empleo, educación, pobreza y crecimiento.

En este sentido, la Cepal advirtió que, si no se controla la curva de contagios de la pandemia, no será posible reactivar la economía de los países; la fase de reapertura de la economía debe ser gradual y basarse en protocolos sanitarios que permitan controlar el virus y su propagación, además de proteger a los trabajadores, en particular a los de la salud. De esta manera, se garantizarán una reactivación y un entorno laboral seguros.

Sin embargo, las medidas de distanciamiento físico necesarias para controlar la transmisión, que incluyen la suspensión de actividades no esenciales y cuarentenas, tienen consecuencias en términos de pérdida de empleos y de ingresos.

Por tal razón, es necesario adoptar medidas que reduzcan la velocidad del contagio, pero sin afectar el aparato productivo. Por lo tanto, es necesario fortalecer las medidas de prevención que se basen en el autocuidado y el cumplimiento de las medidas de bioseguridad. Esto requiere un fuerte componente de cultura ciudadana.

Propuesta para la reactivación económica

El contexto actual demanda diseñar e implementar medidas y estrategias dirigidas a proteger la salud pública, pero a la vez que garanticen funcionamiento del aparato productivo de la ciudad.

Frente a la necesidad conjunta de proteger la salud pública y de garantizar la dinamización económica, proponemos implementar una estrategia en la cual se establezca una relación directa entre 3 variables: 1) los ciclos económicos estacionarios; 2) el número de contagios; y 3) la capacidad del sistema hospitalario.

Con esta propuesta se sugiere flexibilizar las medidas restrictivas en aquellos periodos del año en los que el consumo de bienes y servicios tiende a aumentar, de acuerdo a las temporadas, como por ejemplo los periodos de vacaciones y  la celebración de fechas especiales, seguido por un periodo de restricciones que permitan implementar y focalizar estrictos cercos epidemiológicos, para disminuir la velocidad de contagio y evitar el colapso del sistema hospitalario por el probable repunte infección que se pueda presentar.

Esta estrategia debe ir acompañada por una medida de focalización y entrega de incentivos económicos para la reactivación de cada sector dadas las dificultades que se vienen presentando desde el 2020 y según las características propias de cada sector.

También instamos a las autoridades nacionales y distritales para que adelanten prontamente un censo que permita medir los niveles de pobreza de las familias en los sectores más deprimidos de la ciudad para dirigir de manera más efectiva las ayudas destinadas para superar la crisis.


[1] Observatorio para el Seguimiento de la Atención de la Emergencia y Reactivación de Bogotá.

[3] OBSERVATORIO PARA EL SEGUIMIENTO DE LA ATENCIÓN DE LA EMERGENCIA Y REACTIVACIÓN DE BOGOTÁ

[4] OBSERVATORIO PARA EL SEGUIMIENTO DE LA ATENCIÓN DE LA EMERGENCIA Y REACTIVACIÓN DE BOGOTÁ

[5] Covid-19: Sus efectos de pobreza y desigualdad en Colombia. Recuperado de: https://uniandes.edu.co/es/noticias/desarrollo-regional/covid19-sus-efectos-de-pobreza-y-desigualdad-en-colombia

firma Armando Gutierrez

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