El metro una realidad

Los 1.700 millones de dólares que se garantizan con el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y con la Banca Europea de Inversiones ya permitió abrir la invitación internacional para que los interesados se presenten al proceso de preselección de firmas.

Para transparencia de proceso, la firma de estos empréstitos fue posible porque la administración tras dos años y siete meses de intenso trabajo logró superar todos los controles nacionales e internacionales al punto de tener los documentos Conpes que garantizan el aval del gobierno nacional el beneplácito de la banca internacional que es la que prestará parte del dinero.

Es importante que los bogotanos entiendan que los 4.400 millones de dólares que cuesta el metro deben conseguirse durante los cinco años que dura la construcción, porque las vigencias de ingresos públicos que garantizan la obra están tasados a 30 años.

Los 1.700 millones de la banca internacional son una parte, lo demás se irá tramitando a lo largo del proceso de construcción y en la medida en que se requieran dinero.

La primera línea elevada del metro de Bogotá tendrá una extensión de 23,96 kilómetros, 16 estaciones de las cuales 10 tendrán conexión con troncales de TransMilenio, cada 1,4 kilómetros. Irá desde el portal Américas, en la localidad de Bosa, suroccidente de la ciudad, hasta la calle 72 con avenida Caracas. En su recorrido pasará por la avenida Villavicencio, la Primero de Mayo y la calle Primera, por donde tomará la avenida Caracas, hacia el norte.

La obra está compuesta por el viaducto, los edificios de acceso y las plataformas de embarque de los trenes. El riel del metro elevado estará a una altura de 13,5 metros y se espera generar en torno al recorrido 600.000 metros cuadrados de espacio público (zonas verdes, andenes, ciclorrutas) con iluminación natural.

La buena noticia del metro tiene un componente adicional. El Conpes ya declaró como proyectos estratégicos las troncales de la avenida 68, que va de la autopista Sur a la carrera 7ª y la avenida Ciudad de Cali., dos troncales alimentadoras del metro que prestarán servicio al occidente de Bogotá.

Los hechos dicen más que las palabras, y el actual gobierno está respondiendo con acciones concretas a las críticas infundadas y a la oposición destructiva. La primera línea del metro va por buen camino y cumpliendo la ley.

Unas 112 firmas internacionales hicieron un recorrido por el trazado y 65 de ellas ya han manifestado interés en el metro. Eso indica que la ciudad tendrá opciones con experiencia para decidir al mejor constructor.

Lucía Bastidas

Concejal