En ese decreto estableció topes para el aumento del impuesto, a fin de evitar que los avalúos altos impacten el tributo y el más social es el que ordenó que a los predios de estratos 1 y 2 solo se les puede incrementar el valor de la inflación.
La ciudad, según el Departamento de Catastro, en su censo inmobiliario del 2019, tiene 660.865 predios en esos dos estratos.
El impuesto predial es el segundo ingreso tributario más importante de Bogotá, pues representa el 36,4 por ciento de los ingresos por impuestos de la ciudad y para este año se tiene programado el recaudo de 3,58 billones de pesos.
Bogotá tiene registrados 2’643.666 predios, de los cuales 2’169.091 están catalogados como residenciales.
El predial se liquida con base en los avalúos catastrales. Para evitar que la tabla se desactualizara, como ocurría en el pasado, el Concejo, por petición de la Secretaría de Hacienda, aprobó que esos valores de los avalúos para liquidar el predial se incrementaran a partir de ese momento en el Índice de Precios a la Vivienda Nueva.
Para fijar los valores, el Concejo aprobó en el 2016 una tabla de 30 rangos: el más bajo se fijó entre $0 y $93’076.000 y el último en más de $1.200’000.000. Hoy, cuatro años después, con el aumento del Índice de Precios a la Vivienda Nueva, los valores se han incrementado así: de $0 a 124’150.000 el primer rango y a más de $1.600’622.000 el último.
Consciente de estos incrementos, la administración del alcalde Enrique Peñalosa, siempre aplicó unos topes a los aumentos del impuesto para impedir que los avalúos dispararan el valor del predial.
Hasta el 2016, se aplicaba el ajuste por equidad que consistía en que el impuesto de los predios residenciales no podía subir por encima del 65 por ciento en relación con el impuesto del año anterior.
A partir del 2017 se renovó esta medida, pero se bajaron los topes: se estableció que el máximo para los residenciales no podía superar el 20 por ciento, y en la práctica los incrementos oscilaron entre el 10 y el 20 por ciento. Para los no residenciales el tope fue del 25 por ciento.
Antes de irse, el alcalde Enrique Peñalosa decidió, bajar aún más los aumentos y puso como límite la inflación más más cinco puntos para los residenciales y la inflación más ocho puntos para los no residenciales.
Así, el aumento para el 2020 se fijó en 8,84 por ciento, que corresponde al índice de precios al consumidor que estuvo en 4,8 por ciento más cinco puntos.
Para predios se estratos 1 y 2, cuyos avalúos lleguen hasta 135 salarios mínimos mensuales, solo se les aplicará la inflación, es decir, 3,84 por ciento. Para los no residenciales, como los comerciales y los industriales, el aumento será de 3.84 por ciento más ocho puntos, es decir, 11,84 por ciento.
En el 2019 se detectó un vacío que la alcaldía Peñalosa dejó corregido y es que los predios a los que sus propietarios les hacían modificaciones o mutaciones no estaban cobijados por los topes que limitaban los aumentos del predial.
En esa situación estuvieron 27.000 predios, cuyos dueños protestaron el año pasado porque el predial se les incrementó hasta en un 200 o 300 por ciento en relación con el del 2018.
En estos casos se decidió que para predios de estratos 1, 2 y 3 modificados en el año anterior el aumento máximo del predial será del 25 por ciento en relación con el año pasado.
Para los predios de estratos 4, 5 y 6 que hayan hecho cambios, el incremento podrá ser máximo hasta el 100 por ciento del pagado el año pasado.
CONCEJAL
