De acuerdo a lo expuesto por el Concejal Álvaro Argote, la cuenca del río Bogotá posee 600 mil hectáreas de tierras fértiles que pueden ser aprovechadas de la mejor manera, sin embargo hoy en día son maltratadas, invadidas y en muchos municipios se promueven construcciones en la rivera, lo que causa su desbordamiento y contaminación. Frente a lo anterior el Concejal manifestó la necesidad de crear una política cultural que promueva el cuidado del río y el aprovechamiento de sus recursos adecuadamente mediante actividades como la agricultura orgánica. Así mismo insistió en fortalecer las medidas sancionatorias para quienes continúen contaminándolo y articular las Alcaldías Locales para que sean las guardianas del río.
Continuando con el desarrollo del debate, el Concejal Celio Nieves manifestó que el pasado 3 de octubre de 2017 se llevó a cabo una audiencia pública liderada de la Procuraduría General de la Nación donde se determinaron unas actuaciones por mejorarse por parte de más de 66 entidades nacionales y territoriales. Según el Cabildante, allí hubo unos compromisos en el Plan de Ordenamiento Territorial para adecuar el Plan del Manejo y Mejoramiento de la Cuenca Hidrográfica, sin embargo señaló que hay un retrasos en dicha tarea y que incluso en Bogotá actualmente no hay un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial que incluya una defensa del rio Bogotá, desde su nacimiento hasta su desembocadura.
Adicionalmente la Concejala Xinia Navarro indicó que la Administración no ha cumplido efectivamente la sentencia de Consejo de Estado del 28 de marzo de 2014, argumentando su postura mediante los cuatro informes de la procuraduría frente al seguimiento de dicha sentencia, donde se evidencia el incumplimiento, no solo de esta Administración sino de la anterior, concluyendo que de seguir así, nunca se podrá ver el río totalmente recuperado.
Por otro lado, el Concejal Manuel Sarmiento enfocó su intervención en uno de los proyectos de la Administración en el embalse de Tominé, que según el Concejal Sarmiento podría ser perjudicial para la cuenca del rio Bogotá.
De acuerdo con el cabildante, la relación del embalse de Tominé con el río Bogotá es fundamental, puesto que este embalse es el único que regula los niveles y la calidad de las aguas en el río Bogotá. Frente a este planteamiento, Sarmiento afirma que la Administración pretende construir un parque regional, donde además de endurecer los alrededores de la represa para el paso de vehículos y ciclo rutas, quiere edificar un proyecto inmobiliario con hoteles, centros de convenciones, restaurantes e incluso plataformas flotantes, lo que podría causar un daño ambiental severo y generar efectos sumamente negativos para el río de Bogotá.
Finalmente dos voceros de la ciudadanía expresaron sus inquietudes frente a la construcción de la obra en el embalse de Tominé, donde en primera instancia se viola el derecho que tienen los ciudadanos de tener un río sano y además se generan daños ambientales, por lo cual solicitaron al Concejo y a los entes de control realizar las acciones pertinentes para solucionar dicha situación.
Atentamente,
Oficina Asesora de Comunicaciones del Concejo de Bogotá
