Incumplimiento de la normatividad vigente en cuanto a seguimiento y evaluación de los tratamientos silviculturales dejaron 32 hallazgos administrativos, 21 hallazgos con presunta incidencia disciplinaria y 4 hallazgos fiscales por la suma de $11.267.540.151 (Procuraduría de Bogotá)
Desde el pasado mes de septiembre se han venido activando las alarmas en cuanto al manejo del arbolado urbano de Bogotá. Pues no solo la ciudadanía, sino también los organismos de control y el Concejo de Bogotá han afirmado que las entidades encargadas del manejo de arbolado urbano presentan gran cantidad de falencias.
La falta de un adecuado proceso de participación ciudadana, las demoras en la actualización del Sistema de Información y Gestión de Arbolado Urbano SIGAU, y el ahora polémico uso de la fuerza pública para poder realizar las talas, son para el concejal Jorge Torres del Partido Alianza Verde, “un claro indicador que demuestra que no se han llevado a cabo procesos efectivos de concertación con los ciudadanos, lo que solo empeora la imagen de las instituciones ante la opinión pública.”
Frente a todos estos desatinos ya mencionados, el cabildante señala también que las talas responden solo a criterios estéticos y no tienen en cuenta los servicios ambientales y ecosistémicos que los árboles prestan a la ciudad.
Es por esto, que la Subcomisión de Vigilancia y Control del Concejo en el tema de talas en espacio público, ha cobrado más fuerza en el panorama actual, realizado mesas de trabajo tanto con la academia, como con los organismos de control, las instituciones encargadas del manejo del arbolado urbano de la ciudad y la comunidad.
De esta manera, y gracias a dichas gestiones encabezadas por el cabildante Torres, la Personería de Bogotá detuvo la tala de árboles que venía adelantándose por razones de “renovación paisajística”. “Realizamos una revisión de las fichas técnicas de los árboles que se autorizaron para tala en la carrera 30 y la carrera novena y encontramos que el 85% de los árboles estaban en buenas condiciones físicas y sanitarias y no ameritaban tala; esto solo se traduce en detrimento ambiental y en gastos innecesarios para el distrito” señaló Torres.
Los entes de control también han iniciado investigaciones.
Fueron 26 proyectos de renovación paisajística, que se adelantaban en once sectores de la ciudad, los que se detuvieron para salvar 536 árboles de los 1292 autorizados para tala, mientras la Personería de Bogotá adelanta investigaciones disciplinarias, al encontrar irregularidades en el contrato 679 del 19 de febrero de 2018 entre el Jardín Botánico de Bogotá y el contratista BIHAO referentes a la ejecución del objeto contractual y a la presunta falta de participación ciudadana en el proceso del plan de tala.
Por su parte la Veeduría Distrital emitió Alerta Preventiva por la cual hace recomendaciones de tipo técnico y administrativo, en cuanto a los procesos de socialización y participación, además de los criterios técnicos de tala y compensación.
Además, la Contraloría de Bogotá realizó hallazgos administrativos fiscales con presunta incidencia disciplinaria por incumplimiento de la normatividad vigente en cuanto a seguimiento y evaluación de los tratamientos silviculturales, inconsistencias en los conceptos técnicos, desactualización del Sistema Integral de Gestión del Arbolado Urbano, entre otros. En total se realizaron 32 hallazgos administrativos, 21 hallazgos con presunta incidencia disciplinaria y 4 hallazgos fiscales por la suma de $11.267.540.151.
Uno de los puntos más interesantes de la investigación realizada por la Contraloría es que durante la vigencia 2016-2018, se plantaron 23.622 árboles en espacio pùblico, de los cuales se replantaron 10938 árboles, lo que evidencia una mortalidad de 46,3% en las plantaciones realizadas por el Jardín Botánico de Bogotá
En este mismo periodo se talaron 11.394 árboles y se reportaron 14.220 árboles desaparecidos, para un total de 25.614 árboles menos en la ciudad, número que se encuentra por encima del dato de árboles plantados (23.622), lo que indica que la compensación no se está cumpliendo, ni siquiera en una proporción de uno a uno.
También la nación ha intervenido. La Procuraduría General de la Nación ha estado haciéndole seguimiento a los procesos de arboricultura de la ciudad desde que se presentaron las talas en el parque el Virrey en abril de 2018, siendo puente de comunicación entre la comunidad y las instituciones distritales.
