Es importante resaltar además, que ningún sistema de salud en el mundo está preparado para enfrentar una emergencia de las proporciones del Covid-19. Es por esto, que debemos prepararnos lo mejor posible para responder y minimizar el impacto.
Por un lado, nos hacen falta camas de cuidados intensivos (UCI). Bogotá cuenta con solo 967 camas de UCI, entre el sistema público y privado de la ciudad. Sin embargo, según las predicciones, se requerirán aproximadamente 3.000 camas adicionales para atender la emergencia.
Esto significa que el Sector Salud se debe preparar para aumentar la capacidad en un tiempo record.
Por otro lado, ¡necesitamos más manos! Esto significa más personal de la salud. Sin embargo, es importante que se garanticen sus buenas condiciones laborales. Los médicos, médicas y otros profesionales de la salud son los héroes de esta emergencia y merecen ser tratados como tal. A pesar de esto, en promedio, 6 de cada 10 médicos/as han tenido problemas con el pago de sus salarios y el 40% de los profesionales de la salud han sufrido cambios repentinos en sus condiciones laborales.
Finalmente, tenemos que aprovechar que el virus llegó después de afectar a otros países y por lo tanto las experiencias internacionales nos deben servir para anticiparnos a esta emergencia. Por ejemplo, en España se contrató al personal de salud desempleado, se inició la producción de respiradores y tapabocas nacionales, se habilitaron hoteles medicalizados y se han organizado hospitales de campaña en tiempo record.
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