La ciudad tendrá que esperar por las demandas, por los obstáculos y acciones politiqueras la construcción de Transmilenio por la 7ª y esperar que un fallo de fondo demuestre que las obras por este corredor vial beneficiaran a casi 3 millones de ciudadanos que diariamente utilizan esta vía y que permitirá agilizar los recorridos de norte a sur y de sur a norte.
Entonces no es cierto que se venga sosteniendo que no se incluyeron obras alternativas ni que se estén negando propuestas de especialistas, conocedores y eruditos en esta materia.
Quiero recordarles, a quienes hacen oposición por oposición que la 7ª hace parte de los corredores del borde oriental que concentran una alta demanda de pasajeros. En la hora pico de la mañana los viajes se originan en Kennedy, Bosa, Soacha, Ciudad Bolívar, Usme y San Cristóbal y van al centro expandido principalmente en torno a la carrera 7ª, Salitre y Fontibón como principales destinos.
Hay que repetir que este proyecto de la 7ª fue consultado con expertos que debe dárseles la valía de sus conocimientos y tuvo la vigilancia de la Procuraduría, Contraloría y los organismos de control, quienes dieron su aval a la 7ª.
Recordemos que la 7ª fue concebida como un corredor articulado con la troncal de la carrera 10ª, entre calles 3ª sur y la 170. Estudios mostraron que la troncal 7ª cargará 24.000 pasajeros hora sentido a la primera línea del metro. Hoy los usuarios no tienen un servicio unificado en la troncal 10ª y 7ª y deben hacer transbordos y además soportar la congestión con los carros particulares debido a que no hay carril exclusivo en la 7ª. Son 18.000 pasajeros hora-sentido en la mayor demanda afectados.
Es bueno recordarles a los ciudadanos que los estudios de la 7ª han sido hechos con todo el detalle en los últimos tres años, que la licitación no ha sido improvisada, y que esta obra de 2,3 billones de pesos está concebida para beneficiar a los usuarios de transporte público que utilizan este corredor y que hoy se demoran más de dos horas en un recorrido.
La obra se ha visto paralizada por artimañas de algunos políticos que buscan frenar el proyecto, pidiendo estudios que ya existen, y pretendiendo que los estudios que hoy están aprobados vayan a parar al cesto de la basura o al sepulcro de los muertos.
CONCEJAL
