Hace un año y medio, aparentemente fue violada una habitante de calle por un contratista de la Secretaria Distrital de Integración Social. Le pregunto a la SDIS ¿Cómo va la investigación?, ¿Qué ha pasado en la fiscalía?, ¿Qué seguimiento y que procesos de reparación se han llevado a cabo con la habitante de calle? ¿Qué acciones se han realizado por parte de la Secretaría de la Mujer?

Según las estadísticas de la Secretaria de Integración Social, censo año 2011, existen 910 mujeres representado el 10,95% que se inician en la calle desde los 0 años hasta los 60 o más. En la calle estas mujeres están expuestas a toda clase de violaciones tanto físicas, como emocionales, adicionado al rechazo social que generan, por las creencias que se tienen acerca de su condición, como es la promiscuidad, la drogadicción, la agresividad y la delincuencia, rótulos que se adhieren a ellas desde el momento en que empiezan en calle y que se quedan para toda la vida.

De acuerdo a la Revista de Salud Metal "La violación es un hecho traumatizante que se establece en una relación de poder en donde se encuentra un victimario y una víctima. Tras la violación se generan miedos intensos a situaciones relacionadas con la agresión, miedo a estar sola, a estar a oscuras, a salir de noche, ansiedad general, pérdida de control, miedo a la muerte, sentimientos de culpa por lo que pudo haber hecho y no hizo, lavados constantes y pérdida de la autoestima", que se agrava aún más por la condición de impunidad que genera un imaginario en el cual, la victima puede ser agredida nuevamente por el mismo sujeto, hasta causarle la muerte.

Denunciar los abusos sexuales implica casi siempre tener que aguantar las miradas inquisitivas de la sociedad, dudas sobre la veracidad de lo contado y de la conducta que genero el hecho, reviviendo el suceso que vuelve a re victimizarla. Por esa razón las personas que han sido violadas tienden a evitar pasar por este difícil proceso.
El objetivo de la Secretaria Distrital de Integración Social es contribuir al fortalecimiento personal, familiar y social de los ciudadanos y ciudadanas habitantes de la calle, a través de estrategias orientadas a la protección de la vida, al desarrollo humano y al ejercicio de la democracia participativa, que generen oportunidades para mejorar su calidad de vida y donde prevalezca la defensa de sus derechos.