Inconvivencia en la UPJ de Bogotá
Después de escuchar atentamente el debate realizado en el Concejo de Bogotá sobre la Unidad Permanente Judicial (UPJ) de Bogotá quiero reflexionar sobre distintos aspectos a los que tenemos que ponerles atención.
En primer lugar, es inadmisible que una ciudad de 8'000.000 de habitantes, distribuidos en más de 5.550 barrios, solo cuente con una UPJ para atender los casos que alteran la convivencia y la tranquilidad públicas.
Aunque en promedio en la ciudad se presentan entre 45 y 53 riñas por hora, hay momentos críticos de viernes, sábados o domingos de madrugada donde el número puede oscilar entre 266 y 563 casos en una hora, según cifras del Distrito. No todos terminan en la UPJ, pero sí muchos de los protagonistas de estos problemas. La Personería dijo que este año han llegado en promedio 220 conducidos diarios.
Y ahí empatamos con el segundo tópico sobre el que quiero reflexionar: el hacinamiento y la mezcla de todo tipo de contraventores. A la UPJ llegan las personas encontradas en la calle con una dosis personal de droga, las que se pasaron de tragos y generan alteraciones o se exalta y ponen en peligro la convivencia, tanto en edificios y establecimientos como en vía pública, a los habitantes de calle y otros más que se niegan a las requisas de la Policía.
Nuestra unidad de apoyo visitó la UPJ y allí en solo tres horas se conocieron los casos de 16 mujeres que llegaron un sábado en la mañana, alteradas, golpeadas, y fueron atendidas cinco horas después, en un viacrucis para poder denunciar a su agresor.
La queja permanente es que no hay distinción en el trato que la policía les da a los conducidos, y la Personería registra quejas por abuso de autoridad de muchas de las personas retenidas y conducidas. Este tema no es menor, es urgente que desde las secretarías de Gobierno y Seguridad se coordine con la Policía un proceso de capacitación con énfasis en el respeto de los derechos humanos.
El tema de una nueva sede está en camino porque en el Concejo aprobados el presupuesto, pero es un hecho que será un proceso de más de un año y entre tanto es preciso mejorar las condiciones de manejo de la UPJ.