El cabildante de los cristianos se fundamentó en el reciente informe de la Personería de Bogotá que sostiene que, de los contratos celebrados por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá por $50 mil millones y del Instituto Distrital de Recreación y Deporte por $30 mil millones, ninguno de estos recursos se dirige a implementar el Plan de Manejo Ambiental y mucho menos para enfrentar los graves problemas de contaminación por cuenta del vertimiento de aguas negras y basuras. Y como lo advirtió antes Ramírez y confirmó el organismo de control, las obras implicarán más talas de árboles.
Lo que agrava esta denuncia es que, según el también gestor de la Bancada Ambientalista, “la Administración de Peñalosa desconoce los acuerdos de la Convención Ramsar que protege los humedales en el mundo, y en su lugar envía las retroexcavadoras por su afán progresista de cemento”. En efecto, el Decreto 1468 de 2018 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible incluyó al ‘Juan Amarillo’, como parte del complejo de humedales urbanos del Distrito Capital, en la lista de Humedales de Importancia Internacional de Ramsar.
Además, el Concejal Ramírez recordó que el Juzgado 4º Administrativo de Bogotá suspendió el Decreto 565 de 2017, que modificaba la Política de Humedales, ‘frenando’ precisamente cualquier intervención en estos espejos de agua que son protegidos. Aun así, “el alcalde nos quiere 'vender' la construcción de la conexión entre Suba y Engativá como un ‘sendero ecológico elevado’, ¡puro eufemismo!, cuando los solos pilotes impactan gravemente el Humedal”, agregó.
Razones suficientes para que el Concejal de la Familia, que hace parte de la Oposición desde 2017, sostuviera que el mandatario distrital “no le ha propuesto a Bogotá ni un solo Proyecto que sea de verdad ambientalista (…) Peñalosa ni es ambientalista, ni cumple a cabalidad con las providencias en materia ambiental”.
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