La lucha para recuperar al habitante de calle
Casi tres años después de la intervención del Bronx, el mayor centro de tráfico de drogas, armas y seres humanos, hay que decir que valió la pena, porque se acabó con la desidia y la indiferencia que reinó por décadas en ese lugar.
Personas que eran torturadas, niñas que eran sometidas a violaciones, secuestros y un sistemático deterioro del centro ocurrieron mientras los gobiernos de turno miraron hacia otro lado.
Y claro, tras ese operativo conjunto de la alcaldía, la fiscalía, el ICBF y todas las entidades del Distrito, la Personería y la Defensoría, los habitantes de calle que se concentraban en el lugar se dispersaron. No es un fenómeno solo de Bogotá, sino de muchas ciudades del mundo: Quito, París, Ámsterdam, Medellín, Cali, son muchos los lugares que enfrentan este fenómeno. En el mundo tenemos 270 millones de habitantes de calle.
Y no hay una única manera nacional o internacional para abordar la habitabilidad en calle. Y en Colombia y Bogotá hay barreras, como los fallos de las altas cortes que impiden obligar a estas personas a ir a un albergue o a someterse a tratamientos en casos de salud o de adicción a las drogas.
En Bogotá tenemos resultados a pesar de lo desesperanzados que parece el problema. El actual gobierno de la ciudad ha brindado atención a 8.934 habitantes de calle en sus centros de atención, y después de la intervención del Bronx de mayo del 2016, 2.216 iniciaron proceso para recuperar su vida. De ellos, 558 culminaron con éxito, y eso es un 24 por ciento, la tasa de resultado positivo más alta del mundo, donde el promedio es de 3 por ciento.
A esto tenemos que sumarle que este gobierno realizó el censo de habitantes de calle y ahora tenemos una cifra oficial de 9.538 personas en esta condición y sabemos de dónde vienen y qué problemas tienen. La mayoría son hombres, 8.477 y la minoría mujeres, 1.061.
Es importante que le demos una mirada integral, como lo está haciendo el Distrito, y sobre todo exaltar las vidas que se salvaron y que este gobierno le arrebató a la calle.
No se puede seguir ocultando la realidad: este gobierno, al que algunos critican por el ladrillo o el cemento, es el que más ha invertido en programas para habitantes de calle: la Bogotá positiva de Samuel Moreno invirtió 99.840 millones de pesos en cuatro años, la Bogotá Humana de Gustavo Petro destinó 67.447 millones en su cuatrienio y Enrique Peñalosa 137.240 millones de pesos.
Los gobiernos pueden posar de humanos y de sociales, pero las cifras son las que hablan de la realidad.