Las mujeres siguen siendo las más desfavorecidas en el mercado laboral. Las cifras del DANE muestran que son las más golpeadas. Son más afectadas que los hombres por el desempleo en las ciudades con una tasa del 12,6 por ciento contra 8,8 por ciento en el 2019.
Es importante tener en cuenta que según el censo 2018, las mujeres representan el 51,2 por ciento de la población, y eso constituye un factor adicional para que ellas reciban los mayores impactos negativos del desempleo.
Según las cifras reveladas por el DANE, la tasa general de desempleo fue del 10,5 por ciento para todo el 2019, lo que representa 2,1 puntos adicionales para las mujeres. En el 2018, la tasa de desempleo para las mujeres estuvo en 8,8 por ciento, lo que significa que en un año creció 3,8 puntos.
En los centros urbanos la población desocupada fue de 1,36 millones de personas, de las cuales las mujeres son mayoría.
Es fundamental que en los Pactos por el empleo que se esperan para el 2020, el Gobierno Nacional promueva acciones diferenciales en beneficio de las mujeres para que ellas se beneficien con el millón de puestos de trabajo que se espera crear.
Cómo lo señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el desempleo las cifras más alarmantes corresponden a las mujeres y a la población joven, pues representan los porcentajes más alto de desocupación en América Latina.
No solo necesitamos que aumente el empleo en general, necesitamos que se incremente para las mujeres que no pueden seguir siendo las damnificadas en la creación de puestos de trabajo.
Esperamos que los anuncios que ha venido haciendo el empresariado sobre la creación de alternativas para generar empleo dirigido a las mujeres se concreten para revertir esa tendencia de aumento de la desocupación.
Otro de los factores que ha perjudicado a la mano de obra nacional de la mujer es la llegada de extranjeras que se emplean con salarios por debajo del mínimo y son preferidas por los dueños de negocios, almacenes y empresarios, que infortunadamente han utilizado esta circunstancia para abaratar los costos.
Según el programa Bogotá Cómo Vamos, 1 de cada 5 jóvenes menores de 24 años no estudia ni trabajo, y el 65 por ciento son mujeres. Y plantea la importancia de “repensar la pertinencia de la educación orientada al empleo”.
Y la brecha sigue creciendo.
CONCEJAL DE BOGOTÁ