Es la posibilidad que los ciudadanos de 10 localidades se conecten por carriles exclusivos para buses BRT de manera rápida entre la autopista Sur, en Bosa, y el límite de las localidades de Chapinero y Usaquén en la calle 100 con carrera séptima, en una extensión de 17 kilómetros.
Será el acceso a un transporte rápido para los residentes y quienes trabajan o estudian en Kennedy, Tunjuelito, Puente Aranda, Fontibón, Usaquén, Chapinero, Suba, Engativá, Teusaquillo y Barrios Unidos.
Además, conectará a 7 troncales de TransMilenio y la Primera Línea del Metro, al que le aportará el 10 por ciento de los pasajeros. Pero mientras llega esa primera línea, eliminará el caos que enfrentan los usuarios de 1.007 buses que hoy utilizan ese corredor y que se demoran hasta tres horas en movilizarse entre el sur y el norte de la ciudad.
Lo mejor es que la obra quedó lista para adjudicar a fin de este mes. La Administración dio a conocer los resultados de la segunda fase de los estudios realizados por la Financiera de Desarrollo Nacional sobre la viabilidad de la troncal por la avenida 68 en comparación con otros corredores. Según los estudios, el proyecto sería un complemento al sistema Regiotram norte y es viable por demanda costo-beneficio.
Ya no hay que buscar los 3,2 billones de pesos que cuesta realizarla, ni hacer estudios y diseños, porque están listos y la licitación está para adjudicar. Es una gran oportunidad que la ciudad no debe desaprovechar porque, además, el Gobierno Nacional cofinancia esta obra.
No podemos perder esos dineros. Ya se han invertido 14.700 millones en contratar y terminar los diseños de detalle y 545 millones en la compra de predios que se requieren para la obra.
Con esta troncal se pensó la movilidad de manera integral: hay 15 puentes peatonales previstos para la movilidad de los usuarios a pie, hay 7 puentes vehiculares para facilitar la movilidad de todo el corredor, 4 pasos a desnivel y 3 pasos peatonales subterráneos.
No hay duda que es la solución técnica de transporte más importante que ha tenido la ciudad en dos décadas y una de las primeras que podrá estar al servicio de los ciudadanos, especialmente los del suroccidente de la ciudad, en menos tiempo que cualquiera otro proyecto.
¿Cómo es?
Esta troncal tendrá una franja vehicular de tres carriles en cada sentido para circulación de tráfico mixto y un carril en cada sentido de uso exclusivo de transporte BTR (buses troncales) entre estaciones. Se amplía a dos carriles en estaciones e intersecciones a nivel.
El ancho de la vía es de 60 metros, es decir tipo VI de acuerdo con el POT. Tendrá espacio público de cinco metros en el costado occidental y de ocho metros en el costado oriental, este último con ciclorruta, granjas abordadoras, franjas de amoblamiento y zonas de circulación peatonal.
El ancho de la calzada de tráfico mixto es de 9,75 metros, son tres carriles de 3,25 metros de ancho en cada sentido. La calzada exclusiva de TransMilenio es de siete metros de ancho con dos carriles de 3,5 metros cada uno en cada sentido, frente a estaciones y en aproximación a intersecciones semaforizadas.
La troncal parte del puente existente en la intersección de la autopista Sur (calle 45 sur) con avenida 68 que se utilizará como conexión operacional entre la troncal 68 y la de la autopista Sur.
En la estación Primera de Mayo habrá conexión con la línea del metro, habrá retorno operacional en la calle 21 sur. En la intersección de la avenida de las Américas se proyecta deprimido para TransMilenio a fin de garantizar la articulación con la troncal. En la intersección de la calle 26 está proyectado un deprimido para la operación con la Calle 26, oriente-sur y suroriente y está proyectado paso a desnivel en la avenida Suba para dar prioridad a TransMilenio.
El entorno de la troncal 68 fue minuciosamente estudiado: se levantaron 72 cartografías sociales con los residentes de los 58 barrios que están en la zona de influencia de la vía. Fueron 17 jornadas de observación detallada que permitieron hacer los estudios económicos, sociales, culturales urbanísticos, de movilidad y ambientales.
A lado y lado del trazado de la 68 hay barrios con más de 50 años de historia en los que los usos residencial y comercial se han consolidado y la vía por la que se conectan hoy, la 68, que fue pensada en las necesidades de la ciudad de mediados de siglo XX, reclama hoy una modernización y adecuación a las necesidades de una ciudad en la que se han cuadruplicado los habitantes de entonces.
Tenemos que pensar en los más altos intereses de los bogotanos. Esta es una obra inaplazable e indispensable.
CONCEJAL DE BOGOTÁ
