Desde la administración misma no se conoce el valor que se debe disminuir y su impacto en las finanzas del sistema. De igual forma, se habla de analizar la capacidad de los hogares vulnerables, los cuales incluyen hombres a quienes también beneficiaría esta medida y que con esta propuesta no están incluidos.
Teniendo en cuenta la actual crisis financiera del Sistema, es necesario hacer un llamado a la administración a realizar un estudio juicioso para que la medida evite aumentar el déficit fiscal, así como una mayor segregación entre hombres y mujeres, en la ciudad, si se aplica de manera generalizada.
Como concejal de la ciudad siempre he defendido a las mujeres y esta medida por si sola es una medida discriminatoria porque hay mujeres que cuentan con las capacidades económicas para pagar la tarifa, además, se reitera y reproduce un discurso machista en el cual la mujer, solo por ser mujer, necesita beneficios, negando el hecho que existen hombres, que sustentan su hogar, que también pueden verse beneficiados por la medida.
Invito a la administración a que la discusión sobre este tipo de subsidios, sea llevada de manera clara, técnica y responsable al debate que debemos realizar en torno al Plan Distrital de Desarrollo en el Concejo de la Ciudad, con propuestas de mecanismos que se puedan implementar para disminuir el déficit fiscal actual y el que puede generar este subsidio.
Ahora bien, los subsidios son buenos, siempre y cuando se busquen fuentes alternativas de financiamiento que logren mitigar y reducir por completo el déficit fiscal. En palabras de Daniel Schteingart (2019) “los subsidios son una realidad innegable, presentes en todos los procesos de desarrollo, (…) Sin embargo, la lección histórica nos obliga a complejizar el análisis y concluir que la forma en la cual se aplican y se utilizan no es menor: en su diseño, su monitoreo, su control y sus plazos reside la receta del éxito”.
Cabe recordar que “en la gran mayoría de las ciudades del mundo se subsidia el transporte público, en diferentes proporciones y formas”, como lo señalaba el actual Secretario de Movilidad, Nicolás Estupiñan en un informe del Banco Mundial, como en el caso de Ámsterdam, Berlín, Bruselas, Madrid, París y Barcelona.
Frente a esta medida aún quedan muchas dudas que deben ser resueltas como saber si esta tarifa será para todas las mujeres, si se incluye la población LGTBI y cuál sería la diferencia con el subsidio a las personas con menor capacidad de pago.
Reitero que es necesario aclarar esta propuesta, debido a que medidas como estas pueden llegar a que la segregación social que tenemos en la ciudad se intensifique, generando posibles problemas de convivencia e ignorando el trasfondo de las problemáticas sociales que abarca nuestra ciudad.
LUCIA BASTIDAS UBATE
Concejal de Bogotá