Los subsidios condenan a las personas a la pobreza

El sisbén es una encuesta que se utiliza para identificar a la población más vulnerable, de tal manera que pueda acceder a las ayudas del Estado y que los recursos sean focalizados para las personas que más lo necesitan.

Pero aquí en Colombia hay un tema de corrupción porque el populismo de asistencialismo utiliza los subsidios para mantener atados a sus intereses políticos a los ciudadanos. Con el populismo asistencialista se mantienen curules en las corporaciones, alcaldes, senadores y representantes.

Es fundamental que se establezcan unos castigos sociales para quienes arbitraria y deliberadamente utilizan el sisbén para su beneficio, como los casos que reveló Planeación Nacional, en los que había personas con salarios de 3,5 millones de pesos de ingresos que estaban recibiendo subsidios. Eso es una vergüenza.

Por eso es urgente que la ciudad aplique las nuevas metodologías de Planeación Nacional para que el sisbén IV refleje realmente a la población que requiere de ayudas, para que la inversión realmente se dirija en los más vulnerables.

En Bogotá tenemos una experiencia positiva y es que hay gente que por su propia voluntad ha ido a decir que ya no necesita subsidios, y así el Distrito puede entregarles ayuda a otras personas que lo necesitan. Es un aprendizaje que debemos replicar.

El sistema de la focalización del gasto social es un instrumento necesario, pero debemos abrir el debate porque el enfoque en grupos como la población afro, indígena o LGBTI nos está llevando a dejar por fuera de las ayudas a pobres que no clasifican en esas categorías, pero que realmente requieren de apoyo estatal.

En adelante necesitamos entrar en una discusión: bienvenidas las acciones afirmativas para las minorías, pero a veces estamos excluyendo a hombres y mujeres que tienen características de pobreza y no logran ayuda para superar esa condición.

Y hay asuntos que están impactando a las ciudades y aumentando los niveles de pobreza: está la llegada de venezolanos y de miles de desplazados del posconflicto que están engrosando los cinturones de pobreza de la capital y otras ciudades, mientras los antiguos comandantes andan con sus escoltas en los grandes restaurantes como nuevos ricos, porque pueden sacar los recursos que tenían en las caletas.

Es importante que las entidades del distrito lideren la aplicación de la nueva metodología para el sisbén IV para que superemos la fragmentación de la población que en ocasiones nos lleva a no ocuparnos de verdad de la pobreza.

Lucía Bastidas

Concejal de Bogotá