Un año después de la acción de la Alcaldía, la Policía y la Fiscalía las mafias no han logrado reconquistar ese territorio del centro de la ciudad, a pesar de los múltiples intentos que hicieron, gracias a la firmeza de mantener la presencia de las entidades del distrito en la zona.
Y no solo eso, los 2.053 habitantes de calle que declararon ser residentes de la zona están en un proceso de rehabilitación en busca de una nueva vida. De ellos, 860 recibieron formación en carpintería, electricidad, cocina, construcción, sistemas, inglés, teatro e incluso muchos trabajan en la validación de su bachillerato. Integración Social tiene en sus registros a 550 que están en proceso de recuperación por su adicción.
Hay lecciones que aprender del trabajo que se realiza en la otrora calle del crimen: una, y la más importante es la acción integral de todas las autoridades. Entendimos por fin que no se trataba de solo un problema de policía, sino que era un tema de autoridad, que implica acciones de fuerza, pero también trabajo social, acciones administrativas y decisiones.
La segunda lección es la continuidad y la persistencia. Otra cosa sería el Bronx, muy posiblemente un terreno reconquistado por las mafias, si la alcaldía, sus entidades, la Policía y la Fiscalía no hubieran persistido en su trabajo, cada uno desde su propio frente y desde su misión institucional.
Por eso hoy vemos habitantes de calle en rehabilitación, organizados en cooperativas, trabajando por su proyecto de vida, pero al mismo tiempo observamos la demolición de las antiguas casas en ruina y que fueron sede del delito y los diseños del proyecto que permitirá darle una nueva vida al centro tradicional.
Tenemos que apoyar a la administración en el ambicioso proyecto de renovación urbana que comenzará con la construcción de la sede de la alcaldía local, la llegada del Sena al sector y la rehabilitación del espacio público, y luego continuará con centros comerciales y vivienda. Allí habrá una estación del metro. En la primera fase serán 130.000 millones de pesos de inversión, pero sin duda se requerirán más recursos en el futuro.
Es muy positivo que la intención sea convertir la zona en un gran centro de creatividad, de la economía naranja, de temas como el diseño de modas, el cine y el arte en general. Es el comienzo de la rehabilitación del centro, después de décadas de abandono y de desidia.
Sin duda el trabajo apenas comienza. Es un problema que no se podía solucionar de la noche a la mañana, pero vamos por buen camino para hacer del centro una ciudad mejor para todos.