Estos establecimientos han venido ubicándose en muchos barrios residenciales de Bogotá, problemática que no es nueva, pero frente a la cual no se percibe que se esté trabajando por solucionarla, y por eso el Concejal Diego Devia citó a debate de control político a la Administración, con el objetivo de ser la voz de todas aquellas familias y comunidades que están desesperadas a causa del ruido y las actividades que generan estos establecimientos.
En primera instancia, el Concejal Devia señaló que la Administración de una ciudad no solo consiste en hacer grandes obra de infraestructura, sino que también es su responsabilidad poner en orden aquellas conductas que afectan la convivencia en la ciudad. Así mismo afirmó que NO es normal que en la esquina de cualquier barrio residencial de la ciudad pongan uno de estos establecimientos de alto impacto, y que tampoco es normal que los vecinos no sepan qué hacer al respecto y que haya inacción por parte de las autoridades.
El Concejal Diego Devia también afirmó que algunos de estos establecimientos ubicados en barrios residenciales hacen su publicidad de manera descarada por medio de las redes sociales, en las que manifiestan que sus actividades inician a las 2 de la mañana, sin límite de tiempo y con la participación de "Grupo de Mujeres", sin hacer claridad a lo que esa expresión significa.
Las localidades y barrios que generan una mayor preocupación (aunque no los únicos), por causa de los establecimientos de alto impacto, son:
- Usme, en donde se reportan quejas para 14 razones sociales, algunas de ellas hasta con 3 establecimientos asociados. Al respecto, el Concejal considera que una cosa es que haya un local que funcione como un amanecedero, pero cuando ya son 3 locales bajo la misma razón social, se está ante un hecho intencional y sistemático, llevado a cabo por personas a quienes solo les interesa lucrarse, sin importarles el bienestar de los vecinos del barrio.
- Bosa, en donde el 75% de las quejas provienen de barrios residenciales, las cuales se vienen presentando desde hace 7 años.
- Kennedy, donde a pesar de haberse vuelto popular, se siguen recibiendo quejas sobre el sector denominado “cuadra picha” o “cuadra alegre
- Teusaquillo, en donde hay quejas sobre el sector de Galerías por el exceso de ruido y el incumplimiento de los horarios de estos establecimientos.
- Fontibón, en donde las quejas provienen de Modelia, tradicional barrio residencial de Bogotá, pero cuya tranquilidad se ha dañado por causa de estos establecimientos.
- Suba, en donde las quejas provienen del barrio Lombardía, que se ve invadido por este tipo de negocios cerca de colegios y jardines infantiles.
- En Ciudad Bolívar, en donde las quejas provienen del sector de Lucero Medio.
“¿Quién controla las actividades que se llevan a cabo dentro de estos establecimientos? ¿Quién responde por la tranquilidad de los vecinos?”, son algunas de las preguntas formuladas por el Concejal Diego Devia, pues es conocido que en algunos de estos establecimientos ubicados en barrios residenciales, se presenta venta de licor a menores de edad, expendio de drogas, actividades de desnudistas, e incluso actividades como intercambio de parejas.
En aras de aportar soluciones, y no quedarse solo en las denuncias, el Concejal Devia le hizo las siguientes recomendaciones a la Administración:
- Hacer uso de las facultades que el nuevo Código de Policía le otorga a la Administración, y que le permiten fijar los horarios de funcionamiento de estos establecimientos, sobre todo cuando afectan la convivencia en los barrios en los que están ubicados, o cuando operan alrededor de hospitales, centros de salud, colegios y centros religiosos, e incluso cuando cambian de razón social.
- Verificar que se cumplan con las normas del uso del suelo y a la destinación para la cual son construidas las edificaciones en las que funcionan estos establecimientos.
- El próximo POT no debe permitir los usos mixtos, ya que cuando una familia compra un apartamento en un conjunto, es para descansar, no para que en el primer piso del edificio ubiquen una discoteca o un bar.
- Debe haber un control tal que permita asegurar que estos establecimientos cumplan con su razón social, y que no son simulaciones para otras actividades.
Finalmente el Concejal Diego Devia indicó que no se trata de reprimir este tipo de negocios, sino que se trata que todo se haga de acuerdo a las normas, y que sobre todo, se asegure la debida tranquilidad y convivencia en los barrios residenciales de la Capital.