- Para la construcción deben adquirirse alrededor de 1.328 predios y a la fecha solo va el 5,6% del total.
- Se teme que para el desarrollo del proyecto Metro se haga necesario talar 1.373 árboles, es decir, el 41% de los existentes en el corredor.
La Primera Línea del Metro de Bogotá (PLMB) es sin duda uno de los proyectos de infraestructura más grandes del país. Sin embargo, no ha dejado de ser un tema polémico en el cabildo de Bogotá, que hoy retomó el debate de control político sobre este tema trascendental para la capital.
En su intervención, el concejal del Partido Verde Jorge Torres, quien reconoce el gran potencial de esta obra, aprovechó para hacer un llamado a la administración distrital y a la Empresa Metro de Bogotá para que den inicio lo más pronto posible al diseño e implementación de programas y campañas de cultura ciudadana en torno a la construcción y futura operación del Metro de Bogotá; todo esto teniendo en cuenta que con la primera línea se espera movilizar 135 millones de pasajeros al año o aproximadamente 36.000 pasajeros hora sentido en el 2024, año en que se proyecta sea su entrada en funcionamiento.
Lamentablemente la Primera Línea del Metro de Bogotá iniciará su construcción bajo un manto de impopularidad; es por esto que para el concejal es de vital importancia consolidar un alto sentido de pertenencia y una convivencia pacífica entre sus usuarios. “No debemos repetir los pecados de Transmilenio, que hoy ve: irrespeto de filas, colados, agresiones, inseguridad y daños a la infraestructura; si la administración distrital no plantea acciones concretas desde el primer día para mitigar la falta de cultura ciudadana en los pasajeros del Metro, tendremos más de lo que hoy se aprecia en las estaciones de este sistema de trasporte”.
Por otra parte, la administración debe analizar con responsabilidad, la sostenibilidad financiera para la operación y el mantenimiento del Metro; pues, aunque hay un presupuesto definido y aprobado, existe incertidumbre de cara al incremento de los costos en el futuro.
“Vemos con preocupación las pérdidas económicas que pueda tener el distrito por no aprovechar los impactos positivos que generará el Metro en los territorios donde tiene influencia” afirmó el concejal Torres, pues estudios, como el del Banco Mundial, afirma que en un radio de 400 metros de las estaciones de Metro, se incrementa el valor del suelo para usos comerciales de hasta un 150% y para viviendas hasta un 45%. “Así, el distrito debe aplicar los instrumentos necesarios para la recuperación de plusvalías, pues hasta el momento los únicos que han aprovechado los beneficios económicos de los grandes proyectos en Bogotá son los privados”.
Sobre la marcha
Otro tema importante para tener bajo la lupa es la adquisición predial, necesaria para asegurar la construcción de los viaductos y las estaciones del proyecto, del que preocupa el poco avance por parte del IDU y la Empresa Metro. En total, estas dos entidades deben adquirir, por negociación o expropiación vía administrativa, alrededor de 1.328 predios y a la fecha solo van en 5,6% del total.
Para el concejal Torres, la preocupación radica en que si existen demoras en la adquisición predial, el proyecto no se entregará en 2024. “No podemos olvidar que, a raíz de este mismo problema, muchos de los megaproyectos a nivel nacional, como la famosa doble calzada entre Bogotá-Tunja y la doble calzada Bogotá–Girardot tuvieron grandes retrasos”.
Frente al tema ambiental, el cabildante alerta sobre el riesgo que corre la Estructura Ecológica Principal, de la cual el proyecto Metro ocupa 85 hectáreas.
Por ejemplo, el Patio Taller del Metro se ubica dentro del sector delimitado como Zona de Manejo y Preservación Ambiental (ZMPA) del Río Bogotá, donde se hará necesario contar con una modificación. A su vez, en el área de influencia indirecta del proyecto se encuentran el Humedal la Vaca y cuatro rondas de ríos, que se suman a otras áreas asociadas a fuentes hídricas, lo que hace necesario asegurar una restauración ecológica para la protección del patrimonio ambiental.
Por último, se teme que para el desarrollo de la PLMB se haga necesario talar 1.373 árboles, es decir, el 41% de los existentes en el corredor, para lo cual Torres señala que: “no permitiremos que la opción sea la motosierra, queremos más traslado y menos tala alrededor de este proyecto, que además puede asegurar mejores y más espacios verdes. No somos ni seremos un palo en la rueda en materia de infraestructura, pero siempre buscaremos que se mitiguen los impactos ambientales”.
De esta manera, la empresa Metro está llamada a respetar el sentir ciudadano en sus preocupaciones ambientales, por eso el nuevo paisaje en los distintos tramos de la primera línea no puede convertirse en una excusa para otro “arboricidio” que despierte más rechazo ciudadano.
El concejal del Partido Verde, indicó también que apostarle al proyecto PLMB para que sea una realidad y no una promesa nuevamente incumplida, es un compromiso adquirido; y finalizó diciendo que seguirá alertando para que no se repitan los errores de Transmilenio y del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) que afectan el buen funcionamiento y la sostenibilidad financiera del sistema.
