Bogotá ha demostrado no ser indolente frente a los niños que han sido víctima de distintos ataques. Hoy vemos con tristeza que una menor de tres años fue abandonada frente a un hospital de la ciudad, luego de haber sido víctima de tortura y con signos de violación. Gracias a la pronta atención de los médicos podemos celebrar que la menor se encuentra estable.
Pero también debemos celebrar, que este mañana, la policía haya podido capturar a la madre de esta menor. Ella debía ser la principal protectora de la menor, pero dejó esta responsabilidad en un tercero, que agredió brutalmente a la niña.
Las autoridades deben trabajar para encontrar al principal responsable de lo sucedido, porque no podemos dejar impune este tipo de actos que se hacen contra un menor. No podemos dejar esto en la impunidad, así como los cientos ataques que son víctimas niños y niñas en el país. Bogotá debe liderar la defensa de nuestros niños..