- Número de colados aumentaron. Al mes se pierden $3 mil millones, al año $36 mil millones
El dinero invertido por la Administración Distrital desde 2016 para temas de cultura ciudadana en Transmilenio, que asciende a los $19.052 millones de pesos, no se ha visto reflejado en cambio de comportamientos y por el contrario es creciente el número de colados que a 2017 ya era de un millón trescientos treinta y nueve mil (1.339.000) al mes.
“La pregunta que nos formulamos es quién paga el pato del fracaso de la estrategia de cultura ciudadana en Transmilenio porque lamentablemente se han invertido aproximadamente 20 mil millones de pesos en lo corrido de esta Administración que valga decirlo es muy poca plata, y lo más visible ha sido la inversión en la campaña del ‘Pato’ pero lamentablemente en las mediciones que se realizaron en 2017 no tuvo ningún efecto, ningún impacto y no se transformaron los comportamientos”, indicó el concejal Torres.
Durante el debate citado por el concejal Torres, se dieron a conocer otras cifras de extrema contundencia como son las pérdidas que se derivan de la evasión: Al mes se pierden $3 mil millones de pesos, es decir al año nada menos que la cifra asciende a $36 mil millones como consecuencia de los 16 mil millones de colados que se producen durante un año.
Así mismo la evasión aumentó 18% de 2016 a 2017 y la Administración frente al panorama optó por la mano dura con barreras anticolados que no es una medida de cultura ciudadana y la presencia de la policía no significó una disminución de quienes entran al sistema de manera ilegal.
El estudio realizado por Transmilenio para conocer las causas por las cuales aumentaron la cifra de colados, se encuentra que en mayor proporción no hay ninguna circunstancia que lo justifique, es decir se hace por gusto lo cual implica que culturalmente es aceptado.
“Aquí no se cambiaron las percepciones frente a la gravedad que significa colarse en Transmilenio. El ‘Pato’ se quedó en una campaña publicitaria y no como una estrategia de cultura ciudadana, y ahí está el gran error de Transmilenio que se dedicó a imprimir volantes y no a buscar cambios de comportamientos”, señaló el concejal.
Además, el concejal Torres también expresó durante el debate que hay otra serie de comportamientos que no están siendo abordados, por ejemplo, la agresividad. “En los últimos años ha aumentado porque pasamos de tener un porcentaje de agresión en 2012 del 15% al 30% en 2017”, expresó el concejal.
Cuestionable también resulta que sólo 2 años después se incluyeron dos estrategias nuevas, aparte de la del pato, con una contratación por más de 10 mil millones de pesos, con la Universidad Nacional y la Firma Servicios y Soluciones Seguras. Esta estrategia atendía al usuario directamente en estaciones y portales, junto con los jóvenes del Idiprón. Sin embargo, no irá más allá del actual mes de junio.
Tan sólo queda un año y medio para que se logre diseñar una verdadera estrategia de cultura ciudadana que transforme los comportamientos que afectan la convivencia y el buen funcionamiento del sistema de Transmilenio. En este tiempo el gobierno de Bogotá debe ser asertivo y así mejorar el principal medio de transporte que tiene la ciudad que es por demás una gran aula en la que se debe promover una sensibilidad y un sentido de pertenencia por el otrora emblema de la movilidad en la capital.
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Gustavo Monje
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