Principalmente las denuncias se basaron en cuanto que la contratación pública en el caso del mobiliario y en la actual licitación del mismo se está presentando una posible ayuda a un privado ocultando información para cumplir con el contrato.
En el cabildo se controvirtió que quizá el Distrito no esté enterado de la patente, lo que podría llegar a ser considerado como robo del diseño causando millonarias demandas al distrito o que tal vez se esté encubriendo información importante para la participación de los proponentes con motivo de beneficiar algún privado.
En conclusión, se solicitó a los órganos de control la revisión minuciosa del tema y se rehusaron a que desde el Distrito se lleven a cabo este tipo de prácticas en las cuales no se posea control del mobiliario urbano para beneficio de privados.