Insisto en ese tema porque no se le ha puesto la suficiente atención y ellos sí conocen los procedimientos y los protocolos para acudir a los programas y dineros que destina el gobierno y que terminan en sus arcas y no contribuyen a solucionar los problemas estructurales de las víctimas.
Y esto ocurre porque hace falta afinar los procesos, eliminar trámites y burocracia y establecer reglas claras para que no haya intermediarios entre las víctimas y los dineros públicos, para que estos de verdad puedan servir para ayudarles a iniciar nuevosproyectos de vida.
En una ciudad como Bogotá, donde están registradas como víctimas casi 300.000 personas según las cifras oficiales nacionales, no podemos darnos el lujo de que los recursos se los lleven los intermediarios. Existen los vividores de las víctimas, es un hecho que todos conocemos y no reciben ningún tipo de sanción. Es necesario identificarlos, porque hay algunos que están amenazando a las víctimas.
El otro asunto que es fundamental, es que tenemos que pasar del asistencialismo, que se necesita para la ayuda de emergencia, pero que no puede ser permanente. Hay que generar emprendimiento, empleabilidad. Y en eso la Secretaría de Desarrollo Económico tiene un papel fundamental que cumplir. Estamos en rojo en esa materia.
Reintegran a las víctimas a las ciudades no es un problema de mercados, es hacerlas parte de todo el engranaje que les permita acceder a vivienda digna, a empleo de calidad, a estudio para sus hijos, a tener la real posibilidad de realizar un proyecto de vida que les permita comenzar de nuevo.
Es importante que la oferta sea duradera y que pasemos de ser campeones del asistencialismo, para liderar proyectos productivos.
Concejal de Bogotá
