Todos los sectores debemos condenar este tipo de actuaciones porque los sectores sociales tienen derecho a protestar, pero están obligados a garantizar que los ciudadanos de a pie no sean víctimas de sus protestas. Los derechos de todos valen, y son igual de válidos los derechos de quienes se manifiestan, y los de las personas que se movilizan en el transporte público.
La pregunta que todos debemos responder es si protestar legítimamente es negarles a miles de personas el derecho a la movilización, como ocurrió en las marchas del jueves en Bogotá. Bloquear el transporte masivo como lo hicieron en medio de las marchas es un delito. Atentaron contra personas que salieron de los colegios o de sus trabajos y no pudieron movilizarse.
¿Quién va a responder por la cantidad de locales destruidos, por los 68 buses y 18 estaciones de TransMilenio dañados, por los vidrios de las residencias afectadas?
¿De verdad eso es protesta? ¿Y de verdad esperan que los ciudadanos respalden ese tipo de actuaciones cuando les negaron el derecho de llegar a tiempo a sus hogares por más de cuatro horas?
Algunos disque dirigentes sociales están justificando que encapuchados que iban en las marchas intentaran quemar a un policía como se vio en el video. Eso no se puede permitir.
A quienes les dieron los permisos para las marchas deben responder por los destrozos en la ciudad.
Todos debemos condenar estos actos vandálicos y terroristas, porque mañana puede ser tarde cuando producto de estas actuaciones tengamos que enterrar a un bogotano, así sea de la Fuerza Pública.
Lucía Bastidas
Concejal de Bogotá