Entre los perros callejeros se encuentran dos tipos, los que han estado en la calle y se han adaptado, siendo capaces de suplir sus necesidades básicas, y los que han sido abandonados siendo los casos más complicados, porque estos animales están acostumbrados a vivir en una casa donde suplen todas sus necesidades y, de un momento a otro, deben aprender a sobrevivir por sí solos sin saber cómo hacerlo. En el último caso están más propensos a sufrir atropellamientos y maltrato, pues buscan constantemente tener algún tipo de contacto con las personas.
Gracias al Distrito, a través del Instituto de Protección y Bienestar Animal, existen diferentes programas para todos los perritos que habitan la calle. Se cuenta con un servicio de Urgencias Veterinarias, que atiende a los cachorros que han sufrido accidentes y requieren atención médica, cirugía y todos los procesos necesarios para lograr su recuperación física y emocional. Después de su adecuada recuperación, la mayoría de los perros han contado con una nueva oportunidad de vida, a través de la adopción.
La comunidad de protección de Bogotá compuesta por voluntarios ha logrado crear un cambio en las condiciones de vida de los animales, a través de diferentes actividades han ayudado dándoles alimento, organizando jornadas de esterilización y brindándoles un refugio.
Este es un día para generar mayor conciencia frente a esta problemática e invitar a todos los ciudadanos a que se conviertan en voluntarios o a que brinden ayuda a algún peludito de 4 patas que lo necesite, no podemos continuar haciéndonos los ciegos ante la situación de estos animales.