Hace un año, nos encontrábamos en sesión, cuándo desde el Concejo escuchamos una fuerte explosión. A unos cuántos kilómetros, había explotado un carro-bomba que explotó en la escuela de cadetes General Francisco de Paula Santander.
En este deplorable acto, fallecieron 23 personas incluyendo el perpetrador del atentado. 23 jóvenes colombianos que estaban preparándose para la vida militar, buscando servir y cuidar a nuestros compatriotas.
Hace año, repudiamos este acto, por ello hoy repudiamos nuevamente este atroz acto que segó la vida de unos jóvenes e hirió a otros 87.
Debemos seguir construyendo ciudad y país, desde una perspectiva de paz, de cuidado y de protección del otro. Así mismo, es importante destacar que, hasta el día de hoy, han sido asesinados 21 líderes sociales en tan solo 17 días del año.
Debemos seguir trabajando y seguir mejorando, porque, así como hace un año murieron unos jóvenes comprometidos con nuestro país, hoy también lloramos a nuestros líderes. Toda vida es sagrada, toda vida debe cuidarse y todos debemos estar comprometidos con la protección de la vida.