A estas alturas del mes de junio, no se conocen cifras de cuántos ciudadanos han participado de manera virtual, en la construcción del Plan de Ordenamiento Territorial, entendiendo la coyuntura en la estamos actualmente de que la virtualización es una oportunidad, pero ante la queja de los bogotanos de la falta de acceso a estos mecanismos. Recordemos que a la administración del entonces alcalde Enrique Peñalosa, se le cuestionó severamente de supuestamente no fomentar la participación en la toma de decisiones en la construcción de la hoja de ruta que es el Plan de Ordenamiento Territorial para los próximos 12 años; a pesar de que para ese proceso se recibieron aproximadamente 27.500 aportes, propuestas y planteamientos de más de 30 mil ciudadanos de a pie, grupos sociales, comunidades, sectores educativos, gremios económicos, de construcción y ambientalistas, entre otros. Todo esto, dentro de la socialización que se estableció por primera vez en la historia de Bogotá de llevar la propuesta y tomar los aportes desde cada una de las 112 UPZ de la ciudad y en la ruralidad de Sumapaz.
Entonces, como Concejal me pregunto. Si lo anterior se trató de un “mal” proceso de participación ciudadana construido en más de 3 años, ¿qué se puede esperar del que se adelanta actualmente y que se presentará al Concejo en el mes de octubre, con tantas quejas de falta de acceso a las herramientas virtuales? Además, teniendo en cuenta que las jornadas de participación comenzaron en paralelo a la discusión del Plan de Desarrollo Distrital 2020-2024, y por ende más allá de la constante consulta a la página de la Secretaría de Planeación y el seguimiento en redes sociales sobre consensos con la comunidad, gremios o academia no se tiene mayor conocimiento. Entonces, ¿qué comunidad está participando? ¿cuáles gremios? ¿quiénes de la academia? ¿dónde podemos consultar esos aportes de los diferentes actores?, porque al revisar el micrositio POT se encuentra una cantidad de documentos que no especifican mayor cosa sobre cómo se está manejando todo el proceso y no se tiene claridad a dónde se va a llevar la ciudad en los siguientes años.
No deja de preocupar que una administración que dice fomentar el aporte ciudadano y la planeación de forma adecuada, con criterios técnicos, oyendo a la ciudadanía y que solicitó mayores recursos en el Plan de Desarrollo para la participación ciudadana, esté tan urgida por buscar la aprobación de un Plan de Ordenamiento Territorial, socializado de afán, a nivel de localidad de manera general, ignorando las dinámicas territoriales que se ven más caracterizadas de manera profunda a nivel de UPZ, donde pareciera que solamente quieren cumplir con los requisitos.
Y por último, pero no menos importante, con la evidente premura que muestra la Administración Distrital de sacar el POT en su primer año, quedan más dudas que respuestas: ¿Lograrán la concertación con la CAR? ¿alcanzarán la promesa de campaña de tener una participación como nunca antes en un proceso tan determinante para la ciudad como lo es el POT? ¿ese POT cumplirá con todos los objetivos de desarrollo sostenible? ¿los objetivos serán realmente medibles y aplicables? ¿se podrá implementar en su totalidad, con decretos reglamentarios o solamente será una generalidad y tendremos que estar por varios años con la norma existente?
Es necesario que la participación sea real, para todos, con tiempo suficiente, sin afanes, por el bien de Bogotá.
Concejal de Bogotá