Eso significa que el sistema pierde todos los días el ingreso de alrededor de 375.000 pasajeros, si tenemos en cuenta que el promedio de usuarios que registra el sistema es de 2’500.000 al día.
La Alcaldía estima que con esa cifra, identificada por el estudio realizado por la Universidad Nacional, las pérdidas diarias alcanzan los 787 millones de pesos, mucho más de lo que cuesta un solo bus de los que hoy se están licitando. Las matemáticas indican que al año son casi 300.000 millones de pesos.
Un aspecto revelador del estudio es que mostró que los domingos y días festivos el nivel de colados asciende al 25 por ciento. Eso habla de uno de los factores que deben tenerse en cuenta a la hora de implementar un plan de acción: no se puede relajar la vigilancia y la seguridad durante los fines de semana.
Ahora que tenemos finalmente una cifra oficial y podemos acabar con las especulaciones es urgente que pongamos en marcha un plan de acción interinstitucional y multidisciplinario, porque el asunto de los colados requiere de medidas desde todos los frentes. El plan de choque no da espera.
Es indudable que las medidas de policía y seguridad son inevitables como lo demuestra el fenómeno de los domingos y festivos, cuando aumenta el número de colados, porque en esos días se relaja la vigilancia. No de otra manera se explica el aumento. Tenemos que tratar la vigilancia de domingos y festivos como se hace en los días de entre semana.
Es innegable como lo demuestran las evidencias que el deterioro al que llegó el sistema por culpa de las administraciones que no le invirtieron y lo dejaron caer ha influido en que no haya sentido de apropiación de los usuarios con TransMilenio. Y por eso muchos se sienten autorizados a colarse y no pagar el pasaje.
Así que, ahora que este gobierno ha realizado acciones para mejorarlo, como el cambio de buses que pronto comenzarán a llegar y la ampliación de las estaciones y frecuencias de los buses es fundamental trabajar en ese punto. El proceso de TransMicable ha demostrado que sí se puede generar orgullo en torno a un sistema. Y debemos hacerlo urgente en todo TransMilenio.
Ese aspecto, de la mano con una agresiva acción de cultura ciudadana no da espera. Tenemos que volver a lograr que los usuarios se apropien del sistema como ocurrió en el comienzo, cuando el sistema era motivo de orgullo para todos.
Concejal de Bogotá