Lo que hacen los jueces y los delincuentes es una burla con los gobiernos locales y con las víctimas. Me refiero a la reincidencia de los delincuentes que ya se convirtió en costumbre de que los dejen en libertad después de haber cometido sus fechorías, así hayan sido capturados en flagrancia.
Hay miles de ejemplos que podemos citar y no terminaríamos nunca de relatarlos. El 20 de noviembre del 2017 una joven de 20 años denunció que dos hombres que se subieron al bus del SITP en que se movilizaba en Kennedy la hirieron para robarle su teléfono celular. Algunos pasajeros lograron detener al asaltante, pero la Fiscalía lo dejó en libertad argumentando proceso indebido en la captura.
La víctima tuvo 15 días de incapacidad, y además del daño sicológico quedó con el temor de represalias por haber denunciado a su agresor.
El pasado 5 de enero el Secretario de Seguridad, Daniel Mejía, tuvo que salir nuevamente a rechazar la decisión de un juez de garantías que dejó en libertad a dos hombres sindicados de haber cometidos hurtos, amenazando con armas a los pasajeros, en buses del SITP. Los dos tenían antecedentes por hurto agravado, y aun así el juez les dio la libertad.
Estoy de acuerdo en que decisiones judiciales de este tipo afectan de manera directa la seguridad ciudadana y mandan la señal equivocada de que el crimen paga.
Y por situaciones como esa es que los ciudadanos optan por no denunciar. Tenemos el caso registrado el 24 de enero del 2017, cuando 15 pasajeros de un bus del SITP fueron asaltados por cuatro hombres armados de puñales, cuando iban por la avenida Boyacá.
La Policía capturó a dos de los criminales y uno de ellos estaba en libertad después de haber sido detenido en diciembre del 2016 por el mismo delito. Las nuevas víctimas no denunciaron, porque hacerlo no está garantizando que los delincuentes vayan a la cárcel por las decisiones que toman los jueces. ¡Los delincuentes se burlan porque saben que en menos de 24 horas volverán a la calle!
Los ciudadanos son robados a la salida de los supermercados sin ninguna protección, los asaltan después de haber sacado dinero de los bancos, los hurtan en las calles. Y no pasa nada.
De verdad, señores jueces, señores fiscales, necesitamos ponernos del lado de las víctimas. Es inconcebible que la justicia esté del lado de los delincuentes y que con sus decisiones haga que lugar contra la inseguridad ciudadana sea cada vez más difícil.
Policías y Gobiernos locales hacen esfuerzo para capturar a los delincuentes, y la justicia se burla de ellos y de las víctimas, al dejarlos libres, a pesar de ser reincidentes.
Lucía bastidas Ubaté
Concejal de Bogotá
