Un centro Dignificar que inauguró la Bogotá Humana en Patio Bonito y que hoy es una burla para las víctimas del conflicto

No hay derecho a que por el ego de quedar en la placa de inauguración, la administración de la Bogotá Humana en cabeza de Gustavo Petro sacara pecho el 23 de diciembre del 2015, en víspera de Navidad, inaugurando un centro para la atención de víctimas en el barrio Patio Bonito (Kennedy), que lleva como nombre Dignificar, y que el mismo día se cerrara por graves fallas en el sistema eléctrico y la sede se encuentra en obra negra y sin terminar, sin las adecuaciones mínimas y necesarias para atender a las víctimas.

¡Qué burla! la que hizo la Bogotá Humana. Realizamos un recorrido con mi unidad de apoyo y el centro hoy muestra el abandono, sus puertas se encuentran cerradas, con cadenas y candados, que no permiten el acceso de nadie. Los desechos de la obra permanecen a la entrada de lo que se pretendía fuera un centro de atención a víctimas de la guerra.

¡No hay derecho! a que nadie hoy informe qué pasó con los funcionarios nombrados para atender el centro. ¡No hay derecho! a que no exista una persona encargada de suministrar información sobre el centro, sobre cuándo se abrirá para prestar servicios. Dice una hoja colgada en la pared: "se informa a la comunidad víctima que por el momento no hay servicio debido a las adecuaciones que se están realizando en el centro Dignificar. El servicio se reanudará hasta nueva orden".

¿Cuándo es la nueva orden? El vigilante dijo que ha escuchado que se abrirá después de marzo, pero aclaró que él no tiene información oficial ni idea.

La sorpresa que se llevan allí las personas víctimas del conflicto es que este centro que se creó para evitarles el peregrinaje de entidad en entidad para buscar ayuda se encuentra cerrado un mes después de su inauguración. De hecho durante la visita que hicimos supimos que no prestó servicio un solo día, porque se inauguró sin estar listo y sus puertas solo se abrieron para que entrara el alcalde Petro y lo inaugurara, sabiendo y comprobando con sus propios ojos que no estaba en condiciones para atender a las víctimas.

El día de la inauguración se prometió que estas instalaciones servirían para que las víctimas recibieran de manera integrada los servicios de ayuda humanitaria, asesoría jurídica, atención sicosocial y estabilización económica. Nada. No han recibido nada, porque el centro está cerrado. ¡No hay derecho!

La burla es mucho más grande con este centro porque allí se prometió el día de la inauguración que las víctimas encontrarían ayuda humanitaria como alojamiento temporal en albergue o fundaciones, subsidios de arrendamiento, entrega de bonos de alimentación, vestuario, medicamentos, dotación para vivienda, para cocina, auxilios para transporte y hasta ayudas para exhumaciones e inhumaciones. Nada de eso hoy es una realidad, como tampoco lo es la asistencia en urgencias y acciones relativas para garantizar la seguridad de las personas en riesgo. ¡No hay derecho!

Lucía Bastidas Ubaté
Concejal