Son muchas las voces que se levantan por estos días en Bogotá exigiendo medidas que sustenten la reactivación económica para todos los sectores productivos que se han visto afectados con la pandemia. Las cifras de desempleo, quiebra de negocios y pérdidas de recursos son alarmantes y es necesario que se lleguen a acuerdos concertados con los involucrados.
Los primeros en aportar para tener mejores resultados durante la reactivación, fueron los empresarios, a través de la Cámara de Comercio de Bogotá, propusieron cuatro alternativas: incentivar la confianza de los consumidores (19%), ampliar los días de la semana autorizados para operar (17%), cumplir las normas de bioseguridad (16%) y eliminación del pico y cédula (16%), promover reactivación sostenible generar incentivos para industrias limpias la reactivación debe ser sostenible.
Y es que, entre enero y agosto de 2020, se crearon cerca de 49.000 empresas, casi 50.000, que representaron 29% menos que las creadas en esta época el año anterior; en la ciudad, 44% de los empresarios piensa que la situación económica estará peor o mucho peor, frente a 30,9%, que ven con positivismo el cierre del año. La percepción a nivel nacional muestra que 39,4% tiene una visión negativa, y 31,5% son positivos con la reactivación. Ese mayor negativismo se debe en parte a que en Bogotá el 81% de las compañías vieron una disminución en sus ventas en el primer semestre y a nivel nacional la cifra fue de 77% y a que durante el primer semestre de este año, 59,6% de las empresas de la capital del país funcionaron parcialmente y solo 25% lo hizo con normalidad.
La emergencia sanitaria generada por el COVID-19, sin duda ha generado una crisis económica inesperada, reducir la tasa de desempleo se ha convertido en el reto principal para los gobiernos locales. El Plan de Desarrollo Distrital 2020-2023 proyecta generar 500.000 nuevos empleos, sin considerar que ya se han perdido 1.079.000 empleos y de acuerdo con las cifras recientes del DANE a nivel nacional la tasa de desempleo se ubicó en un 20.2%, mientras que Bogotá tiene una tasa de 25,1%.
Con los nuevos proyectos de infraestructura que comienzan la reapertura, se debe orientar los esfuerzos a la reactivación del empleo, una que esté encaminada a generar incentivos con garantías para emprender, que sea capaz de atraer capital de inversionistas que permitan potencializar a las nuevas, pequeñas y medianas empresas. Se necesita pensar en oportunidades laborales para mujeres y jóvenes que les brinden seguridad y estabilidad en buenas condiciones y ampliar el porcentaje de cobertura de PAEF para mujeres y jóvenes.
Concejal de Bogotá
