Aún queda mucho por ajustar en la seguridad de Bogotá

No es momento celebrar con cifras que no reflejan lo que debería ser la seguridad en medio de una cuarentena, donde los ciudadanos se han restringido a sus hogares y los índices deberían evidenciar una mayor reducción por el contexto que vive Bogotá

Y es que se debe recordar que ya partimos de una base sólida en el sector que se logró con el gobierno anterior gracias a la creación de la Secretaría de Seguridad y Convivencia para la articulación de las autoridades y la implementación de más de 4.000 cámaras en la ciudad (0.59 cámaras por cada 100.000 habitantes), para mejorar la respuesta de las autoridades, un gran avance con el que se debe continuar. Equivocado es cantar victoria sobre el plan de choque que apenas comenzó hace poco más de un mes de manera tardía y ante el incremento de hechos de delincuencia que se acentúan en diferentes localidades y con delitos que aún no muestran reducción, la estrategia debe orientarse a alcanzar una mayor reducción y una mejor atención. No es posible comparar los índices de inseguridad del contexto de 2019, con el de 2020 en una ciudad donde el 80% de sus habitantes ha permanecido por meses encerrados en sus casas.

Saludo que se hable la seguridad en la movilidad de los ciclistas, que han sido grandes víctimas en cuarentena; en lo corrido del año, sumado a que con la pandemia los viajes aumentaron en este modo de transporte, lo que se preveía desde marzo, pero la realidad refleja cifras preocupantes con un aumento en julio del 50% en hurtos en comparación con el mismo período de 2019. Además no se presentan reducciones significativas a las problemáticas en todas las variables, ya que estamos en cuarentena las medidas no pueden ser con descensos mínimos, como ocurre en el caso del homicidio que de enero a julio solo se redujo en 0.8%, pasando de 562 registrados en 2019 a 557 en 2020.

Mayor alcance y participación ciudadana por la seguridad

El nuevo modelo de seguridad para la ciudad, va encaminado a la inteligencia y a la estrategia de cuadrantes dinámicos para mitigar el crimen; Sin embargo hay que revisar que en este, se priorizaron siete localidades donde se presentaba mayor ocurrencia de delitos: San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe, Ciudad Bolívar, Bosa, Kennedy, Suba y Mártires, no obstante, la cuarentena evidenció que por ejemplo en Usaquén, la ciudadanía durante los últimos dos meses ha manifestado el aumento de la problemática con hechos como: el ingreso de ladrones al conjunto de Reserva Entrecedros (152 con Kr 13), el hurto a residentes en el sector de la Calle 134B con Kr 11, un robo a un vehículo en la AK 9 con Calle 145, otro hurto a una oficina inmobiliaria en la Calle 162 con Kr 22,  un nuevo ingreso de delincuentes a un conjunto en Toberín para robar una camioneta y reiterados intentos y hurtos a peatones por bandas que utilizan motos y carros para abordarlos.

Las propuestas de los ciudadanos y sus experiencias en cuanto su realidad y la percepción de inseguridad que tienen deben valer para alimentar y fortalecer ese plan de choque para la ciudad. Desde la JAL de Usaquén, se enviaron a la Alcaldía propuestas que para contribuir a mejorar las condiciones de seguridad en los barrios, algunas de ellas: prohibir temporalmente el parrillero en moto para algunas zonas que de acuerdo a mapas de calor, es donde ocurren más asaltos y revisar y actualizar las cámaras de seguridad existentes para identificar a los responsables. Y es que la certeza que deja el balance positivo del mes de Julio, es que la contribución ciudadana en información y denuncia ha sido fundamental para el hallazgo y las capturas.

Es necesario reforzar el patrullaje y seguimiento en zonas que no presentan demasiado flujo de peatones, no descartar y evaluar la restricción de parrillero en la ciudad, sin estigmatización sino como una medida para mitigar los impactos que se tienen en las modalidades de raponazo, con arma blanca o de fuego. Además, las autoridades deben lograr devolver la confianza a la ciudadanía en los canales de denuncia ya que según la encuesta de la Cámara de Comercio de Bogotá, tan solo el 18% de los ciudadanos indicó usar el servicio de atención pública 123 y de esos el 54% se sentía insatisfecho con la atención. Un primer paso para resolver el problema es reconocer que está fallando y en el caso de la seguridad de la ciudad todavía hay mucho en que trabajar. Insisto en que la cuarentena era el momento para el alistamiento y en seguridad debe reflejar en mejores resultados.

Lucía Bastidas

Concejal de Bogotá

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