De acuerdo con la Secretaría de Seguridad, los delitos de alto impacto han bajado durante la cuarentena, y sería lógico que así pasara cuando iniciamos en marzo un aislamiento obligatorio de casi el 80% de la población y que con el paso de los meses han mantenido las medidas restrictivas; sin embargo, inquieta que el Distrito lo muestre como un gran logro cuando la ciudad experimenta casos de robos a plena luz del día, en edificios, calles, a personas y de vehículos en donde los delincuentes sin temor alguno portan armas de fuego y utilizan como elemento para resguardar su identidad el tapabocas, una prenda de uso general, causando incertidumbre en quienes ahora no se sienten seguros ni en sus propios hogares. La reducción tampoco es mayor al 30%, teniendo en cuenta los contextos tan diferentes en 2019 y 2020. Por ejemplo en el primer semestre, en el caso de hurto a vehículos (-27%), hurto a celulares (.29%), e incluso hay un incremento del 20% en el hurto a bicicleta.
Llama la atención que en un solo día por ejemplo, en Usaquén se conozcan cuatro hechos de delincuencia, en una de las pocas localidades que no está bajo cuarentena estricta, un intento de robo al edificio Palmeto, por parte de una banda que pudo ser detenida a tiempo por la acción de la comunidad y la oportuna intervención de las autoridades; otro de un grupo de ladrones que intentan ingresar a un edificio forzando las puertas sin tener éxito y en donde las cámaras lograron identificarlos; el robo a vehículo en pleno trancón en la 145 con 9ª propiciado por cuatro hombres, donde la comunidad también alerta pero los amenazan con armas de fuego y escapan en dos motos; mientras que en ese mismo momento del otro lado de la avenida ocurría otro robo a un peatón. Esto sin contar los innumerables casos de los que se tiene noticia en localidades como Ciudad Bolívar, Mártires, Kennedy sobre hurto a bicicletas, de celulares y a comercio.
Los bogotanos experimentan impotencia cuando la inseguridad se convierte en el pan de cada día y de allí que estén creando grupos de seguridad ciudadana, instalando alarmas de ayuda a la comunidad, y haciendo guardias por turnos porque se sienten abandonados en plena cuarentena. A pesar que la policía hace esfuerzos por acudir a tiempo a los llamados de la comunidad y atender o prevenir los delitos relacionados con hurto; la estrategia sin duda debe ser más fuerte, porque así como nos reinventamos en la emergencia, los criminales también lo hicieron y están haciendo de las suyas en toda Bogotá.
‘Bogotá segura y sin miedo’, está en mora y debe ser una realidad
La iniciativa concretada entre el gobierno nacional y distrital de renovar la operatividad de la seguridad bajo el lema ‘Bogotá segura y sin miedo’ debe comenzar ahora que las condiciones le permitirían brindar mejores resultados. Se planteó implementar: Cuadrantes dinámicos focalizados inicialmente en siete localidades que concentran altos índices de homicidio y hurto para reducir sustancialmente las cifras. Cinco equipos de actuación integral contra el crimen con un componente de investigación fundamental para las localidades de: Suba, Rafael Uribe Uribe, Kennedy, Bosa y Ciudad Bolívar. Planes de allanamientos e investigaciones express y las Zonas de Contención contra el Hurto priorizadas en: Usaquén, Chapinero y Teusaquillo, son más urgentes que nunca, antes que la situación de crisis económica y social que ha generado la pandemia, genere mayores episodios de inseguridad y violencia ante una reacción tardía de las autoridades.
Todo esto sin olvidar, que la delincuencia, aprovechando la crisis social tiene los ojos puestos sobre nuestros jóvenes a los que buscan captar para sus operaciones; por lo cual, es imperativo lograr el acompañamiento integral de las entidades involucradas a este plan con apoyos económicos, en comida, educación y oportunidades laborales a esta población en condición de vulnerabilidad.
El llamado nuevamente es a agilizar la operatividad; si la delincuencia no descansa con mucho menos razón la justicia, las autoridades, y la acción por el bienestar de las comunidades tan azotadas en una época tan difícil de sobrellevar. El compromiso con la seguridad es de todos, pero depende de los gobiernos ejecutar. #BogotáPideSeguridad
Concejal de Bogotá