Cambio climático: un peligro ignorado
Martes 14 de abril de 2020
"De continuar con la tendencia actual, la temperatura habrá aumentado 1,5 grados promedio en Colombia en 2050 y, en sólo 45 años habrá desaparecido el 78% de los nevados y el 56% de los páramos, fuentes importantes de agua en el país..."
Al explorar las consecuencias que ha tenido la Convención de Cambio Climático y el Protocolo de Kyoto (dos instrumentos internacionales para enfrentar este fenómeno) se evidencia que, aunque Colombia firmó dichos acuerdos, al igual que muchos países en desarrollo no cuenta con una meta concreta y obligatoria de reducción de emisiones de gases de invernadero. Incluso se le permite un aumento de emisiones bajo el argumento de reconocer su derecho de "avanzar en su modelo de desarrollo económico y social". ¿Prima el desarrollo económico por encima de la sostenibilidad ambiental?
Varios estudios coinciden en que el cambio climático debe considerarse como una desviación de tendencia significativa -no como algo cíclico y natural-, donde la temperatura mundial ha aumentado progresivamente y de forma inusual por la concentración de gases invernadero (CO2, metano, óxido nitroso y ozono, entre otros) como el principal factor de la variabilidad climática.
Los Gases de Efecto Invernadero (GEI) se producen de manera natural y son esenciales para la supervivencia de seres humanos y otras especies, pues retienen una parte del calor del sol evitando que se propague hacia el espacio y hacen la tierra apta para la vida. Pero después de más de un siglo y medio de industrialización, deforestación y agricultura a gran escala, las cantidades de GEI en la atmósfera se han incrementado en niveles jamás antes vistos en tres (3) millones de años.[1]
• La concentración de GEI en la atmósfera está directamente relacionada con la temperatura media mundial de la Tierra;
• Esta concentración ha aumentado progresivamente desde la Revolución Industrial y por ende la temperatura global;
• El dióxido de carbono (CO2) es el GEI más abundante, representa cerca de dos tercios de los GEI, como resultado de quema de combustibles fósiles.
Ilustración 1. Efectos a nivel global por el cambio climático
Fuente: ONU 2013
La atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido, el nivel del mar se ha elevado y las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) han aumentado:[2]
• Las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) han aumentado en un 40% desde la era preindustrial debido a i. emisiones de combustibles fósiles y ii. emisiones derivadas de cambio en el uso del suelo.
• Los océanos se calentarán y el deshielo continuará. Se estima que el aumento del nivel medio del mar será de entre 24 y 30 centímetros para 2065 y de 40 a 63 centímetros para 2100 en relación al periodo de referencia de 1986-2005. La mayoría de los efectos del cambio climático persistirán durante muchos siglos, incluso si se detienen las emisiones.
Si bien Latinoamérica no tiene mayor impacto en las emisiones de GEI -comparada con países desarrollados como Estados Unidos- y tiene una baja contribución a la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, esta contribución se incrementa anualmente y los efectos a nivel mundial impactan directamente a la Región, que es vulnerable en muchos aspectos.
Si no se llevan a cabo acciones inmediatas para contrarrestar las consecuencias del cambio climático, se está poniendo en riesgo la disponibilidad de recursos naturales a mediano y largo plazo. Para un desarrollo sostenible, los gobiernos a nivel nacional, regional y local deben incorporar planes y medidas de mitigación y adaptación.[3]
En la región latina podrían ser más frecuentes las inundaciones y sequías, se prevé que disminuya el rendimiento de importantes cosechas, podría aumentarse la exposición a enfermedades infecciosas transmitidas por vectores, se afectarían los asentamientos humanos de las costas por la subida del nivel del mar, entre otros.
Ilustración 2. Emisiones de GEI a nivel mundial para el año 2000
"De continuar con la tendencia actual, la temperatura habrá aumentado 1,5 grados promedio en Colombia en 2050 y, en sólo 45 años habrá desaparecido el 78% de los nevados y el 56% de los páramos, fuentes importantes de agua en el país. Otra implicación grave para Colombia será la pérdida de biodiversidad que actualmente se cuenta entre las tres mayores del mundo".[4]
De manera que una política ambiental que responda al cambio climático, no puede centrarse exclusivamente en cumplir con compromisos de convenios internacionales de los cuales el país hace parte; el tema debe abordarse de manera transversal en todas las políticas sectoriales y todas las instituciones. También desde un enfoque de corresponsabilidad, brindando educación y sensibilización a la ciudadanía mediante información veraz que genere un pensamiento crítico y cambios en sus hábitos cotidianos, teniendo en cuenta que los seres humanos son los directos responsables de esta problemática.
Esta sería una oportunidad para construir una economía diferente y más sostenible empezando por nuestros hábitos de producción y consumo. En Bogotá son varios los temas medioambientales que preocupan y a los que se les hará control político: la mala calidad del aire, el río Bogotá, la falta de árboles en la ciudad, el relleno sanitario de Doña Juana, la poca protección a los humedales, entre otros.